Rotaciones, ausencias, cansancio... Marcelo Bielsa estaba ayer de buen humor y hablador, y aprovechó su comparecencia, antes de partir rumbo a Madrid, para aclarar ciertos debates que parecen instalarse en la prensa deportiva y la afición, sobre todo tras el 0-3 ante el Valencia y después de conocer que se medirán al Barça apenas 47 horas después de jugar en Alemania. Más vehemente que sus jugadores, negó bajón físico alguno y como muestra puso los últimos veinte minutos del domingo, con un abultado marcador en contra y donde «corrieron para no perder por cero a cuatro, pero antes para no perder por cero a dos o cero a tres; podemos perder o ganar, pero no por motivos que tengan que ver con la prestación física». Es más, por si no quedó claro, «hasta el momento -de la temporada- si hay algo que hacemos es correr cada vez más», puntualizó.

Lo cierto es que nadie duda de ese rendimiento físico, pero como dejó caer Iker Muniain el día previo, otra cosa es el sicológico. El técnico argentino no se refirió de manera expresa a ello, pero al ser cuestionado sobre si este equipo es capaz de competir, como los grandes, cada tres días, Bielsa dijo admirar a esos mismos conjuntos «por competir dos veces por semana sin necesidad de estímulos añadidos». Y sobre los suyos, contestó de manera velada al recordar que tras ganar en Old Trafford se cayó en Iruñea, y tras vencer de nuevo al United en San Mamés se perdió ante el Valencia. «Necesitamos revertir eso», lo zanjó.

¿Y qué hay de las rotaciones, de su apuesta por un equipo tipo del que apenas se sale? Bielsa no rehuyó tampoco el debate, sobre todo porque encima de la mesa está la ausencia hoy en el Vicente Calderón de un Llorente que no se ha recuperado y al que no forzará ni siquiera para que esté ante el Sporting.

El técnico rosarino aclaró que «mi grupo es apto y suficiente, podrán creerme o no», al ser cuestionado sobre si la plantilla es corta, y rechazó que los no habituales sean menos que los que son titulares. «Yo valoro a todos por igual», se despachó.

Bielsa recordó que cuando asumió la banqueta de Newell´s, jugó «con los mismos, sin hacer modificaciones nunca», compaginando competición doméstica con la Libertadores. «Yo soy de esa idea, no sé si está bien o mal. Yo me guío por la producción, cuando un jugador deja de ser el mejor, lo sustituyo».

«Nunca creo en lo que pienso»

Alto y claro se explayó ayer el rosarino. Y eso que hoy hay partido, complicado partido ante un Atlético del que Bielsa dijo es «muy combativo, como Diego, se parece mucho a su forma de jugar». Se refirió al Cholo Simeone, pupilo suyo a quien admira «muchísimo» y que el verle «indica que el tiempo pasa».

Un encuentro para el que el Loco, a falta de un Llorente que ayer tarde ni saltó al césped, alineará a Toquero delante, mientras que De Marcos ocupará la posición del sancionado Iraola, Amorebieta entra por San José e Iñigo Pérez lo hace en la medular, aunque, evidentemente, sin el «sinfín de matices» que aporta el alavés de Guardia.

Un rival directo enfrente, muy duro, una posibilidad de volver a meterse en la pomada de los puestos de Champions lo mismo que descolgarse de ellos en caso de perder... Bielsa volvió a mostrarse sincero y fiel a su filosofía, por mucho que esta no coincida con la de muchos aficionados. «Nunca me fijo en los números, solo pienso en que tenemos que ganar. Siempre toca ganar, haya dos derrotas anteriores o no las haya. Si no ganamos al Atlético, pensaré en ganar el partido del Sporting», dictaminó. Y por si hubiera dudas, aleccionó: «Los objetivos no se logran fijándolos, sino dando pasos hacia ellos».

Y entre medias, más sinceridad si cabe: «Siempre desconfío de mis conclusiones, nunca creo seriamente en lo que pienso. Por eso siempre me someto a otros más cualificados que yo».