Rusia comienza a recular y no ahorra críticas al presidente sirio
Tres semanas después de la victoria de Putin en las presidenciales, el Kremlin sigue dando tímidas pero constantes señales de que su anunciada fidelidad al régimen de al-Assad se agrieta. Ahora está dispuesta a debatir una moción en el Consejo de Seguridad «siempre que no incluya un ultimátum» al presidente sirio, cuya gestión de la crisis desde el inicio de la protesta «está plagada de errores».
GARA | DAMASCO
Rusia, que ha amenazado hasta ahora con su veto en el Consejo de Seguridad a todo intento de incrementar la presión sobre el régimen sirio, se mostró ayer dispuesta a apoyar una declaración de apoyo a la misión del emisario de la ONU y de la Liga Árabe, el mediador internacional Kofi Annan, a condición de que esta no constituya un ultimátum al presidente al-Assad.
El Estado francés presentó para su debate ayer mismo un proyecto de declaración -una toma de posición por consenso que tiene menor rango que una resolución- para forzar «un cese de la violencia lo antes posible, un alto el fuego, permitir el acceso de ayuda humanitaria (..) y proseguir el proceso político, porque no se puede confiscar la aspiración democrática del pueblo sirio», aseguró su promotor, el jefe de la diplomacia francesa, Alain Juppé.
En caso de que la declaración fuera adoptada, el Consejo de Seguridad se comprometería a «considerar medidas suplementarias», no precisadas, si las proposiciones de Annan no son puestas en práctica en un plazo máximo de siete días.
El texto insta al presidente al-Assad y a la oposición a «aplicar total e inmediatamente» el plan de arreglo de seis puntos propuesto por el exsecretario general de la ONU en Damasco, plan que prevé un inmediato cese de todas las violencias
Acercamiento
Los analistas han querido ver en la respuesta rusa un ligero signo de acercamiento de Rusia a la posición de las potencias occidentales. Más cuando la víspera Moscú apeló a Damasco a un alto el fuego diario de dos horas para permitir la ayuda humanitaria a los civiles.
Esta posición de Rusia fue lograda por el presidente del Comité Internacional de la Cruz Roja, Jakob Kellenberger, de visita en Moscú.
Los «errores» de al-Assad
El ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, afirmó ayer que el Gobierno del presidente Bashar al-Assad ha cometido «numerosos errores» que han agravado la situación de violencia que vive Siria.
Se trata del comentario más crítico que ha dirigido el Gobierno ruso al régimen sirio desde que hace un año comenzara la revuelta. Sin embargo, matizó que la dimisión del presidente sirio no debe entenderse como una condición para que se pueda alcanzar una solución que ponga fin a la crisis.
«Creemos que los dirigentes sirios tuvieron una reacción equivocada ante las primeras protestas pacíficas y (...) que están cometiendo numerosos errores», declaró Lavrov, quien insistió en tildar de «poco realista» exigir la dimisión de al-Assad como condición para el inicio del diálogo.
El ministro ha añadido que "la cuestión de quién gobernará Siria durante el periodo de transición" solo se puede decidir en un proceso de diálogo en el que participen el Gobierno y sus oponentes y que es "poco realista" pedir que Al Assad dimita como condición para que comience ese diálogo. .
La organización estadounidense de defensa de los derechos humanos HRW imputó por primera vez graves violaciones de los derechos humanos a los rebeldes armados. «La estrategia brutal del Gobierno sirio no puede justificar los abusos cometidos por los grupos de oposición armados».
El subsecretario de Estado para Oriente Medio de EEUU, Jeffrey Feltman, asegura que los libaneses «tienen la obligación moral» de apoyar la revuelta siria y les instó a eliminar en las elecciones del año próximo «los vestigios» de la influencia de Siria en el país, en clara referencia a Hizbullah
El presidente de Mauritania, Mohamed Ould Abdel Aziz, accedió ayer a las peticiones de las autoridades libias y acordó la extradición de Abdula al Senusi, jefe de los servicios de Inteligencia durante el régimen de Muamar Gadafi. Así lo confirmó el viceprimer ministro libio, Mustafa Abu Shagour, a través de Twitter; «Me he reunido con el presidente de Mauritania y ha acordado la extradición de Al Senusi a Libia». Un comunicado atribuido a autoridades libias y difundido por la agencia de noticias mauritana AMI, ya había dado cuenta de la buena sintonía entre las dos partes. El viceministro de Justicia de Libia, Jalifa Faraj Ashour, había defendido la capacidad de su país para procesar a Al Senusi explicando, en una entrevista a Reuters, que «la seguridad es buena» y «los tribunales funcionan bien en casi todo el país». Ashour dijo que todavía es pronto para especular sobre los cargos que se podrían dictar contra el antiguo responsable de la Inteligencia, pero incidió en que «en general, se puede decir que uno de los delitos es corrupción financiera». Además de las investigaciones abiertas en Libia, el TPI busca a Al Senusi por crímenes contra la Humanidad por su supuesta responsabilidad en la violencia con que las fuerzas gadafistas respondieron a las revueltas del año pasado. Por su lado, París reclama su traslado a territorio francés, donde ya ha sido condenado a cadena perpetua «in absentia». Una fuente de los servicios de seguridad mauritanos reconoció «mucha presión» por parte del Estado francés. A este cruce de contactos se sumó Estados Unidos, cuyas autoridades quieren interrogar a Al Senusi antes de su traslado definitivo. GARA