El conflicto social en la región de Aysén, en la Patagonia chilena, se ha vuelto a recrudecer después de que el viernes el Gobierno de Sebastián Piñera se querellara contra 22 habitantes de esta región del extremo sur del país por, presuntamente, violar la ley de Seguridad del Estado, reformada durante la dictadura de Augusto Pinochet y que endurece las sanciones previstas en la legislación ordinaria por participar en manifestaciones. La invocación de esta ley ligada al pinochetismo y la presentación de las querellas ha general un fuerte rechazo tanto entre los habitantes de Aysén, que el lunes retomaron las protestas, como entre la Confederación de Estudiantes de Chile y los diputados de la oposición, que estudian la posibilidad de emprender acciones contra el ministro de Interior, Rodrigo Hinzpeter, por la represión.

«El señor ministro no sabe lo que es el diálogo, lo único que sabe es salir a reprimir», declaró el titular del Partido Socialista, Osvaldo Andrade.

Las movilizaciones comenzaron el 13 de febrero en demanda de una mejor conexión con el resto del país, de subsidios a los precios de los combustibles, de un salario mínimo más alto, de una universidad regional y de estabilidad laboral.

También reclaman el derecho a decidir sobre los megaproyectos diseñados para la región así como la regionalización de los recursos naturales -agua, minería y suelos-, respeto para la pesca artesanal y una significativa reducción del gasto en electricidad, agua potable, leña, gas y alimentos básicos.

La dificultad para el transporte hace que los combustibles, frutas y verduras cuesten de media un 40% más que en otras regiones de Chile.

«Hay un abandono en la región. No nos escuchan, no nos entienden y solo se busca acallar un movimiento social que es absolutamente legítimo», remarcó Rosa Pesutic, del colegio de profesores de Aysén.

«El Gobierno tiene que mandar a una persona competente que tenga ganas de trabajar y dialogar y que no venga con un bidón de gasolina a regar más el fuego», subrayó Misael Ruiz, portavoz del Movimiento Social de Aysén. El también portavoz Ivan Sánchez denunció el envío de más dotaciones de carabineros desde Santiago de Chile, lo que «ha aumentado la tensión». Según indicó, llegaron el domingo por la noche vía aérea.