El modelo cooperativo inspira la unión Caja Laboral-Ipar Kutxa
Inician el diálogo para su integración, de la que surgiría la segunda entidad financiera vasca. Lo sitúan como alternativa a la bancarización
Joseba SALBADOR | DONOSTIA
Según la información difundida ayer por las cooperativas de crédito vascas, la entidad resultante de la fusión dispondría de unos activos totales de 25.500 millones de euros, con lo que se convertiría en la segunda entidad financiera vasca por detrás de Kutxabank (75.700 millones) y en la segunda cooperativa de crédito del Estado español tras Cajas Rurales Unidas (38.000 millones).
Tanto Caja Laboral como Ipar Kutxa coinciden en que el objetivo de las conversaciones de fusión es impulsar «un modelo de hacer banca soportado en los valores y principios del cooperativismo».
Así, la alianza pretende potenciar «un proyecto de entidad financiera de economía social», orientada a «proveer de servicios financieros a los mercados en los que opera, pero basándose en un modelo alternativo al resultante del actual proceso de bancarización del sistema financiero estatal».
El modelo que propugna, por tanto, estaría destinado a ejercer «un papel clave y necesario en el nuevo panorama financiero, para colaborar desde una óptica diferente en el desarrollo económico y social».
Una suma de 451 oficinas
En cuanto a la posición de la que parten para encarar el proceso de fusión, las cooperativas de crédito subrayan que los principales parámetros de gestión de ambas entidades, medidos en términos de solvencia, liquidez y morosidad, «se encuentran entre los más notables del sector».
Caja Laboral cuenta con 21.536 millones de euros en activos, 364 sucursales, 1.200.000 clientes y 1.887 socios de trabajo y tiene presencia en los mercados de Hego Euskal Herria, Aragón, Rioja, Castilla y León, Cantabria, Asturias y Madrid.
IparKutxa, con 3.967 millones de euros en activos, 87 oficinas, 175.000 clientes y 397 empleados, concentra su presencia en los territorios de Bizkaia y Araba, si bien también cuenta con oficinas en Gipuzkoa.
La suma de ambas entidades reforzará la posición de la nueva entidad especialmente en Bizkaia y Araba y le posibilitará alcanzar «cuotas de mercado significativas» en el panorama financiero de Euskal Herria, ya que contará más de 860.000 clientes solo en los cuatro territorios vascos. El total de clientes, incluyendo el resto de comunidades en las que Caja Laboral ya opera, superará la cifra de 1.300.000 personas.
En cuanto a los efectos que la alianza tendrá en los socios, ambas entidades explican que se buscará la equiparación de derechos y obligaciones entre los diferentes colectivos de ambas entidades, «tanto desde el punto de vista económico como social y representativo».
En cuanto a los empleados, sostienen que se facilitará su incorporación como socios del proyecto cooperativo y se garantizarán los puestos de trabajo y condiciones. No obstante, matiza que «en caso de que el nuevo proyecto requiera de alguna medida de ajuste, esta será gestionada desde la voluntariedad y el acuerdo, habilitando para ello planes de dinamización pactados».
Por último, en cuanto al tipo de servicio que ofrecerá la nueva entidad, Caja Laboral e Ipar Kutxa anuncian que impulsará «una mayor orientación al cliente» mediante el «trato personalizado, mayores niveles de asesoramiento y accesibilidad a productos y servicios».
Asimismo, subrayan que «el arraigo y compromiso social» de ambas entidades «saldrán reforzados para que, en una coyuntura como la actual, la cooperativa se convierta en un punto de apoyo para la cimentación de la recuperación económica».
«En definitiva -concluye- y ante la reestructuración del sistema financiero, la integración pretende reforzar otra forma de hacer banca, basándose en criterios de banca responsable y comprometida socialmente».
Aldecoa: «Muchas ventajas»
Desde India, donde participa en la misión empresarial del Gobierno de Gasteiz, José María Aldecoa, presidente de Corporación Mondragón, grupo en el que está integrada Caja Laboral, afirmó que esta entidad e Ipar Kutxa son dos cajas «complementarias» y que su fusión dará lugar a un proyecto «más potente y adecuado para el futuro» y que será «interesante para todas las partes», ya que tiene «muchas ventajas y, en principio, ningún inconveniente».
Aldecoa indicó que, teniendo en cuenta cómo está el sector financiero, esta operación les permite consolidar un proyecto cooperativo «con una participación importante» en el territorio en el que están ubicados. «En principio, siguen siguiendo cooperativas de crédito coherentes con nuestros principios, nuestros valores y nuestra razón de ser, como hasta ahora».
El responsable de Mondragón indicó que la presencia y participación por territorios «no es la misma», ya que Ipar Kutxa tiene una «buena representación» en Bizkaia y también en Araba. En este sentido, señaló que son «complementarios». «Nos reforzamos y al propio hecho de ser cooperativas de crédito con una filosofía similar, unimos la parte de las actividades industriales cubiertas por una, con el sector primario».
Preguntado por si se plantean nuevas adquisiciones tras la fusión, manifestó que tanto Caja Laboral como Ipar Kutxa son dos entidades que tienen unos «ratios excelentes» de solvencia y eficiencia. «Son dos unidades que están perfectamente. Aquí no se trata de rescatar ninguna entidad débil o hacer acuerdos de soporte de reestructuraciones, son dos unidades fuertes que se unen y se complementan. A partir de ahí el futuro dirá», agregó.
López: «Fortalecer el músculo»
El lehendakari, Patxi López, que encabeza la misión empresarial a India, aseguró que todo lo que sea «fortalecer el músculo» de las entidades vascas será «positivo para el conjunto de Euskadi» y añadió que el país necesita «entidades fuertes que, además, se impliquen en la sociedad en la que viven, respaldando nuestro tejido industrial, empresarial y económico».
«No tengo ninguna duda de que esta fórmula que se está utilizando para el surgimiento de esta nueva entidad va a servir para esto», concluyó Patxi López.
El inicio de conversaciones anunciado ayer constituye la primera ocasión en la que Caja Laboral oficializa la búsqueda de alianzas con otras entidades. No es el caso de Ipar Kutxa, que el pasado año anunció que se integraba en el grupo Bankoa-Crédit Agricole, aunque finalmente la operación se vio frustrada por las incertidumbres de los mercados financieros europeos.
Una vez que la entidad vizcaina quedó libre de compromiso, fueron creciendo los rumores que apuntaban a la existencia de conversaciones a múltiples bandas entre Kutxabank, Caja Laboral, Ipar Kutxa e incluso Banca Cívica, en el marco de los movimientos que estaban teniendo lugar para tomar posiciones ante la segunda ronda de fusiones en el sistema financiero español.
Tras la publicación de una noticia en este sentido el pasado mes de diciembre, tanto Ipar Kutxa como Caja Laboral hicieron públicos sendos comunicados para negar la existencia de dichas conversaciones, y esta última llegó a calificar la noticia como «absolutamente falsa».
Desde entonces, y pese a que los rumores han ido creciendo, hasta llegar a ser casi un secreto a voces, Caja Laboral ha mantenido tanto en público como en privado que su intención era afrontar en solitario el futuro a medio plazo, al considerar que sus ratios de gestión se lo permitían.
Por el contrario, Ipar Kutxa, tras la aventura con Bankoa, reconoció que seguiría considerando las oportunidades que se le plantearan y que avanzaría en aquellas en las que estuviera completamente convencido de su beneficio para la entidad. J.S.
Caja Laboral e Ipar Kutxa aseguran que «el arraigo y compromiso social» de ambas entidades «saldrán reforzados para que, en una coyuntura como la actual, la cooperativa se convierta en un punto de apoyo para la cimentación de la recuperación económica».
El proyecto contempla la equiparación de derechos y obligaciones entre los diferentes colectivos de socios de ambas entidades, «tanto desde el punto de vista económico como social y representativo».
El presidente de Mondragón Corporación, José Mari Aldecoa, subrayó que «no se trata de rescatar ninguna entidad débil o hacer acuerdos de soporte de reestructuraciones, son dos unidades fuertes que se unen y se complementan».
Entre 2007 y 2011, los beneficios netos de los bancos Santander, BBVA, Popular, Banesto y Guipuzcoano-Sabadell ascendieron a 74.250 millones, mientras los trabajadores han perdido un 2,4%, según datos de ELA.