ensayo
¡Arriba parias de la tierra...!
Iñaki URDANIBIA
El paisaje de Budapest comenzó a poblarse de llamamientos al combate y solicitudes para que los hombres se enrolasen para llevar adelante la lucha. Obreros jóvenes hacen fila para ir a la carnicería y nos colamos en una fogosa asamblea en la que un grupo de mujeres, en especial, se oponen a los mensajes conciliadores de algunos sindicalistas socialdemócratas, como se opondrán a las componendas de Kerensky en el febrero moscovita, o las cometidas en su propio suelo. Los nefastos resultados de la guerra, balanceándose entre la necesidad del combate y el azar de la muerte, se traducen en hambre en la retaguardia y las trincheras en tierra de la dama de negro, muertos con nombres propios, en cuerpos destrozados como los de los lienzos baconianos, y las historias se van desplegando en el devenir del siglo en que se iba a cumplir aquello que dijese el bueno de Walter Benjamín: «Todos los que hasta aquí han conseguido la victoria participan en ese cortejo triunfal en el que los dueños de hoy marchan sobre los cuerpos de los vencidos de hoy»; y ello a pesar de la efímera victoria de la república de los consejos dirigida por Bela Kun. Isabel Alba se posiciona del lado de los vencidos, de los luchadores por la libertad, de los libertarios y combatientes antifascistas, de quienes no tienen nada que perder sino sus cadenas y que tienen ante sí un mundo que ganar, y nos entrega las historias encabalgadas, entre la capital de Hungría y Madrid (pasando por la Italia fascista, la Alemania de Rosa Luxemburgo o la Rusia de octubre), con certeras pinceladas y flashes que nos van situando au milieu de la mêlée; recordándonos por momentos a la escritura de W.G.M. Sebald, aires de familia que se plasman en el recurso a distintos registros de escritura (narración, notas de diario o cifras y datos).
Y cuando ya se está a punto de finalizar la lectura del libro, que avanza en medio de una marea de banderas rojas y negras, el deseo de seguir, de querer más va acrecentándose en el lector que yo soy... continuación que espero no se haga esperar.