El PNV de Gasteiz pide más ayudas para las familias afectadas por el cáncer infantil
GARA | GASTEIZ
El grupo del PNV en el Ayuntamiento de Gasteiz ha solicitado que se revisen los criterios del programa de ayudas a las familias obligadas a desplazarse a otra ciudad para tratar el cáncer de su hijo o hija. Actualmente, el baremo de ingresos establecido para poder recibir una prestación de este tipo «deja fuera muchos casos» de familias cuya situación económica se ve «seriamente comprometida», explicó la formación jeltzale.
Esta situación afecta fundamentalmente a niños con fases avanzadas de leucemia, tumores del sistema nervioso central y linfomas que son derivados al hospital de Cruces, en Barakaldo (Bizkaia). A su vez, hay casos que necesitan ser tratados en centros hospitalarios de Madrid o Barcelona.
La portavoz del PNV en el área de Servicios Sociales, Nerea Melgosa, manifestó que esa necesidad de desplazarse a otra ciudad o de residir durante un tiempo allí para que el hijo reciba diferentes tratamientos «llega a perjudicar seriamente» la calidad de vida de muchas familias. «De repente, se ven obligadas a afrontar unos gastos extraordinarios que, en muchos casos, se cubren a duras penas, por no hablar de las consecuencias psicológicas y sociales. El Ayuntamiento no puede hacer oídos sordos a esta situación» subrayó Melgosa.
Añadió que la situación de las familias afectadas por esta situación «se agravó» en 2010, cuando varias de las que estaban integradas en el programa de apoyo «no pudieron acogerse a las ayudas debido al baremo establecido» por el Ayuntamiento de Gasteiz y la Diputación foral de Araba.
En este sentido, recordó que en materia de desplazamientos, una familia puede llegar a gastar más de 200 euros semanales. Para evitar estos casos de «desprotección», el PNV plantea que se actualicen los criterios de acceso al programa de apoyo y se realice un análisis individualizado de las posibilidades de asistencia, de forma que no quede ninguna familia «indefensa».
«No estamos reclamando un esfuerzo económico desproporcionado de las instituciones, sino una respuesta de justicia social a familias que quedan indefensas frente una grave enfermedad. Basta con ponerse en la piel de estas personas, obligadas a afrontar muchas veces sin recursos suficientes un problema que nunca se puede prever», concluyó Melgosa.