Mientras el calendario sigue sin darle respiros, el Athletic atraviesa su peor momento de la temporada. Tres derrotas consecutivas no solo han apeado al equipo rojiblanco de posiciones europeas, sino que han aumentado su desventaja hasta los cuatro puntos y han incrementado igualmente el número de sus compañeros de viaje.

«Quedan muchos puntos y jornadas», recordaba ayer Iñigo Pérez. Y es cierto. Nada menos que treinta y diez, respectivamente. «El que haya un grupo amplio de equipos hace que al final haya enfrentamientos directos -añadía el centrocampista navarro- y lo que hoy parece que está lejos, en tres jornadas puede volver a estar ahí». También es cierto, pero en este caso no matemático. Para empezar, porque hay seis equipos que parten con ventaja respecto al Athletic en esa carrera -Valencia, aunque con diez puntos de distancia suena un tanto osado considerar un rival directo al equipo de Unai Emery, Levante, Málaga, Espanyol, Osasuna y Atlético-, de entre los que los rojiblancos solo podrán restar puntos directamente al Levante, último rival de la temporada.

Pero es que, además, el equipo de Marcelo Bielsa está ahora mismo más cerca del Getafe, 13º con un punto menos, que del Atlético, octavo con dos puntos más. Y a la misma distancia de la Real, 14ª con cuatro puntos menos, que del Espanyol, sexto con cuatro más. Y eso implica que otros cuatro o cinco equipos (Rayo, Sevilla, Mallorca, Getafe y, a lo sumo, Real) se sientan con el mismo derecho que los rojiblancos a pelear por Europa. Al menos en este caso, el Athletic tendrá la opción de pelear directamente con tres de ellos (Sevilla, Mallorca y Getafe), aunque siguen siendo muchos, demasiados, rivales para unos puestos que pueden estar más baratos que en otras ocasiones a nivel de puntos pero, curiosamente, se presentan más caros en cuanto a competitividad.

Lógicamente, la solución pasa, para empezar, por «revertir» la dinámica en que se ha metido el equipo. «Los tres puntos nos hacen falta», confiesa Andoni Iraola, encantado de pelear por dos «objetivos muy atractivos» como la Copa y la Europa League, pero consciente de que «la Liga también lo es. Tenemos muchas ganas de hacer un buen partido, ganar y revertir la situación. Debemos hacer las cosas bien y volver a la senda de los buenos resultados».

Lo que no está claro es que el Sporting sea el rival idóneo para intentarlo, por mucho que su clasificación así lo indique. Pero es que el asturiano -pese a su necesidad evidente no ya de puntuar, sino de ganar- parece encajar en ese grupo de equipos que, bien empeñados en protegerse, acostumbran a atragantársele al Athletic. «No sé con qué idea vendrá -admite Iraola-. Pero nosotros debemos intentar hacerlo como hasta ahora, aunque intentando mejorar la salida del balón porque últimamente nos ha costado cuando nos han apretado arriba. Tenemos que intentar salir y jugar más en campo contrario». Tampoco ayuda que en el banquillo rival -aunque nunca haya ganado en San Mamés como visitante- se siente Javier Clemente. «Nos conoce, algunos le hemos tenido como entrenador. Está en una situación comprometida, pero tiene experiencia y seguro que plantea un partido complicado», aventuró.

Llorente, recuperado

La previa del choque, al menos, llega con buenas noticias. Empezando por el regreso del propio Iraola -que, en principio, supondrá la salida del equipo de Iñigo Pérez- y, sobre todo, de Fernando Llorente, ya con el alta médica. Aunque Iñigo Pérez recuerda que su ausencia, aun siendo «muy importante, no es el factor principal para no haber conseguido puntos», lo cierto es que el Athletic ha encajado dos derrotas consecutivas sin el delantero. Su regreso dejará fuera del once a Gaizka Toquero.