El sargento estadounidense Robert Bales será acusado de 17 cargos de «homicidio» por la matanza de civiles en el sur de Afganistán y de otros seis cargos de «agresión e intento de homicidio».

Según la versión oficial, Bales, de 38 años, casado y padre de dos niños, abandonó en la noche del 11 de marzo su base en el distrito de Panjwayi, en la sureña provincia de Kandahar, antes de matar en dos aldeas vecinas a 17 personas, en su mayoría mujeres y niños, y quemar sus cuerpos.

El portavoz de los talibanes, Zabihulá Mujahid, subrayó que no tiene esperanzas de que Bales sea juzgado. «Esto fue una acción planeada y ciertamente nos vengaremos de todas las tropas estadounidenses en Afganistán. No creemos en estos juicios», subrayó.