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«Recaudar más con el Impuesto de Sociedades no es bueno»

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Victoriano Susperregui
Presidente de Elkargi

Han pasado 32 años desde que Susperregi (Ergobia, 1943) participó en la creación de una Sociedad de Garantía Recípoca para Gipuzkoa que posteriormente se uniría a la de Araba, para luego abrirse a Bizkaia. Fue bautizada como Elkargi y la ha presidido durante 28 años. Mañana, durante la Junta General de Socios que se celebrará en Donostia, dejará un cargo que pasará a manos del alavés Josu Sánchez.

Iñaki TELLERIA | DONOSTIA

Susperregui niega que la crisis haya acelerado su marcha de Elkargi. «Estaba dentro de los planes» afirma. Aunque asume que estamos viviendo tiempos muy difíciles y que el horizonte es oscuro, se muestra esperanzado de que en un par de años la crisis empiece a amainar.

¿Qué balance hace de su paso por Elkargi?

En estos 28 años de presidencia hemos ayudado en la financiación a las pequeñas y medianas empresas para mejorar sus cuentas de resultados. Hemos aportado 4.452 millones de euros de avales a empresas, lo que ha propiciado unos 6.000 o 7.000 millones de inversión, una cifra lo suficientemente importante como para estar satisfecho.

¿En qué estado deja Elkargi?

Para que las entidades financieras tengan seguridad en lo que Elkargi les aporta, que es el 100% de los avales, hay que cuidar dos aspectos, la solvencia y la tesorería o liquidez. A pesar de que la morosidad se ha incrementado, el índice de solvencia lo tenemos en el 13,1% cuando el Banco de España nos exige un 8%, por lo que tenemos todavía un colchón de 40 millones de euros. Eso quiere decir que la sociedad es solvente y como consecuencia de ello la apertura de líneas de crédito con nosotros no es tan difícil. Lo que ocurre es que el coste es mayor.

¿Han endurecido la condiciones que ponen a las empresas para hacer de avalistas?

Nosotros trabajamos solo con el riesgo y, por lo tanto, tenemos que ser muy rigurosos en el analisis del riesgo. Las condiciones no han cambiado absolutamente nada. Si nosotros tenemos entre manos un proyecto, que entendemos que es adecuado y cumple los requisitos, nos hacemos sus avalistas al 100% y las entidades financieras les conceden los créditos. El problema es que, como consecuencia de esta nueva crisis, que es también financiera, las entidades de crédito tienen más aversión al riesgo y ponen más dificultades para acceder a los créditos, sobre todo en el coste. Hasta 2007 teníamos convenios con casi toda la banca nacional al euribor +0,25. Ahora no se puede conseguir este tipo de interés.

¿Volveremos alguna vez al interés del euribor +0,25?

Lo del euribor +0,25 es agua pasada con la crisis financiera. Habrá que pensar en nuevas fórmulas y de ahí que estemos pidiendo a las diputaciones a que apoyen de alguna medida para compensar la subidad de los intereses y que el empresario pueda ser competitivo. De alguna forma se tiene que compensar el desajuste de la prima de riesgo de España con la de otros países europeos. De alguna forma debemos reducir ese diferencial para que nuestras empresas sean competitivas.

¿Están apretando a las empresas para el cobro de los avales ?

Las operaciones que van con el aval de Elkargi no han tenido ningún problema ni lo van a tener. Lo que ocurre es que el Gobierno Vasco está rescatando la línea especial de circulante de 500 millones de euros que puso en marcha para resolver el día a día de las pequeñas y medianas empresas para, tras la bajada de pedidos, pudieran superar los pagos a proveedores y las nóminas. Esa línea era a tres años y esta venciendo ahora. Ahora sería necesario volver a financiar los 500 millones, pero la administración no tiene posibilidad de hacerlo, tiene interés de retirarlo. Nosotros nos estamos haciendo cargo de esa refinanciación de circulante con el aval habitual, aunque el riesgo del circulante es sensiblemente superior a la inversión.

¿Es el déficit el gran problema?

El endeudamiento brutal de diez años de bonanza económica derrochando con obras faraónicas tiene que desaparecer, pero lo que hemos generado en diez años no se puede arreglar en 3 o 4, porque nos obliga a ajustes durísimos que, entre otras consecuencias, se está cargando el consumo y, si no hay consumo interno, las empresas no funcionan. Hay que estirar el plazo para llegar al 3% de déficit público establecido en el Plan de Estabilidad y que se llegue a él en 3 o 4 años, y no en 2013. Así impulsaremos un poco de actividad para que las empresas empiecen a trabajar y a generar empleo. Para el año 2012 estamos hablando de un decrecimiento del 1,7% a nivel de Estado, de que vamos a tener que drenar otros 35.000 millones de euros y que la obra pública va a reducirse en un 40%. Eso supone que no va a haber actividad y, si no la hay, no va a mejorar ni el consumo ni el empleo.

¿Las exportaciones han maquillado los resultados económicos de los últimos años?

En Euskadi la ventaja que hemos tenido es que el tema de la exportación y la internacionalización lo tenemos mejor resuelto que otras comunidades. Además, tampoco hemos estado tan apegados al ladrillo como otros y de ahí que nuestro paro sea casi la mitad que en el Estado, parecido al de la Unión Europea.

¿Sus relaciones con las instituciones se van tensando?

Estamos obligados a llevarnos bien, pero las administraciones no tienen dinero. Están tratando de recaudar más a través del IVA y del Impuesto de Sociedades, y eso nos parece que no es bueno, especialmente el de Sociedades porque no hace más que agobiar más a las empresas.

¿Qué sintonía tienen con las diputaciones?

En su tiempo les solicitamos unas entrevistas, hablamos con ellos. La de Bizkaia ha sacado una línea especial de reducción de los tipos de interés; en Alava están estudiándolo, y otro tanto en Gipuzkoa

¿Cómo valora la reforma laboral?

A nosotros nos hubiese gustado que la reforma laboral hubiese tenido un poco más de consenso, pero también el tiempo era importante porque Europa apremiaba y, además, habrán primado otras necesidades. Los empresarios llevaban años pidiéndola. La reforma en sí no va a generar empleo porque no hay actividad. Lo que sí creemos es que una vez que la crisis pase, en 2013 o 2014, las bases puestas pueden servir para que se active mucho más rápido la generación de empleo. La única posibilidad que tenemos los empresarios para compensar la bajada de pedidos es reducir plantilla o cerrar de la empresa. Con la flexibilidad se puede recurrir a la reducción de jornadas o de salarios, medidas que antes hacíamos con las devaluaciones, cosa que ahora no podemos hacer. En la época del ministro Solchaga hubo dos devaluaciones de la peseta y nos bajaron los sueldos un 15 o 20%. Ahora no se puede hacer eso, pero se podrá hacer algo parecido con la nueva ley.

 

DEFICIT

Hay que estirar el plazo de años para llegar al 3% de déficit público establecido en el Plan de Estabilidad y que se llegue a él en 3 o 4 años y no en 2013

bancos

Nos interesa mucho que las entidades financieras estén saneadas y con liquidez, cosa que hoy no pasa. Si la reforma financiera sirve para eso, pues estupendo.

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