La realidad de las ETT es bien conocida por miles de jóvenes y no tan jóvenes que la hemos padecido, y está llena de casos como el que mis compañeros y compañeras, y yo misma, hemos sufrido. En este caso, fue el pasado mes de enero cuando conocí que la empresa de trabajo temporal Adecco había estado pagándome en torno a un 15% menos de lo que me correspondía, un euro y medio menos a la hora por el trabajo que con ella de intermediaria realicé durante medio año, entre 2009 y 2010, en la empresa gasteiztarra Cega Multidistribución. En total, más de 3.600 euros que Adecco sí recibió de Cega pero que yo nunca llegué a ver

Como digo, fue en enero cuando nos enteramos de esta jugarreta, e inmediatamente acudí al Gobierno Vasco a poner una denuncia. Allí mismo me hicieron saber que como había pasado más de un año desde que ocurrieron los hechos, no había opción de recurrir, por haber prescrito y que, por tanto, la ETT tenía todas las de ganar. A pesar de ello, creí pertinente interponer la correspondiente denuncia, de la que derivó un acto de conciliación. Hace seis años que estoy sindicada en ELA, y acudí a este sindicato en busca de respaldo de cara a ese acto de conciliación, algo que no obtuve porque estaban «ocupados» con otros juicios. Por tanto, no tuve otro remedio que acudir sola.

Llegado el momento, Adecco se negó a firmar el acto de conciliación, lo que suponía, de facto, tener que acudir a juicio. Pero ese mismo sindicato rechazó tal posibilidad, alegando que la ley estaba de parte de la ETT y diciéndome que «tenía que estar más espabilada».

A la vista de lo ocurrido no me queda más que denunciar públicamente, no solo la incalificable actuación de la ETT, que según mis cálculos se ha embolsado más de cien mil euros que debíamos haber cobrado los trabajadores y trabajadoras, sino también la dejadez de ELA y, sobre todo, el marco legal que permite este tipo de actuaciones.