Me gustaría hacer algunas reflexiones sobre los momentos que hemos vivido en nuestra lucha de retirada del ERE de Cementos Lemona, lo que hemos aprendido y lo que nos queda por afrontar en adelante. No podría empezar de otra forma que agrade- ciendo y felicitando en especial a mis compañeros de comité de LAB, Aitor, Celso, Aitzol e Isma, a todos los trabajadores y trabajadoras que han secundado las movilizaciones convocadas y en general al pueblo de Lemoa por la solidaridad y preocupación que ha mostrado por el devenir de los puestos de trabajo en nuestra empresa.

En nuestro caso hemos discutido y debatido mucho, pero una vez tomada la decisión, adelante con todo. Y esto lo queremos transmitir también para el 29M: que a nadie le despiste las discusiones o declaraciones intersindicales, que la decisión de ir a la huelga está tomada, porque es la mejor manera de demostrarles que con nosotros y nosotras no se juega, que de nosotros y nosotras no se ríen y que somos capaces de hacerles recular.

Las trabajadoras y los trabajadores de Cementos Lemona hemos conseguido con nuestra lucha retirar el ERE utilizado como amenaza para conseguir los fines de la empresa. Si algo nos ha quedado claro en nuestro proceso ha sido que el apoyo y la unión de todos los trabajadores y trabajadoras es vital para la consecución de nuestros objetivos, por mucho que la empresa haya tratado de dividirnos haciendo planteamientos y ofertas para ello. Y si algo hemos demostrado es que los que están fuera de sitio son los que obstaculizan una resolución justa. Por eso decimos que el 29M nadie se quede fuera de sitio, entre todos y todas podemos y debemos poner freno a la anulación de derechos básicos que son fruto de nuestra lucha y que ahora pretenden que queden para la historia.

En Cementos Lemona, el convenio que hemos firmado finaliza en 2012, y en 2013 la empresa volverá a la carga. Por ello, decimos que el 29M no acaba nuestra lucha, tenemos que seguir «haciendo músculo»; las trabajadoras y los trabajadores tenemos alternativa y la vamos a defender, por muy duro que sea el trayecto que nos quede por recorrer.