CRíTICA cine
«Extraterrestre» Invasores a domicilio
Mikel INSAUSTI
Extraterrestre” ofrece mucho más de lo que se puede esperar del actual cine independiente que propone una lectura minimalista del género de ciencia-ficción, y estoy pensando en “Otra tierra” de Mike Cahill, donde una imagen reflejada de nuestro propio planeta servía para elucubrar con mundos paralelos. A Nacho Vigalondo le basta la silueta recortada de una gran nave del espacio exterior para, sirviéndose de la ya muy asimilada y establecida iconografía OVNI, hacer una proyección deformada de nuestra realidad, tan grotesca como cualquiera de los capítulos que realizó para la genial serie televisiva “Muchachada Nui”. De paso, potencia el genuino y espontáneo humor de sus ocurrentes cortometrajes, demostrando que resulta más ingenioso cuando se mueve en el registro del enredo cómico. Y si hay un homenaje a la comedia madrileña de los 80 está claro que lleva a conclusiones estilísticas bien diferentes de las almodovarianas, seguramente debido a que por el camino se cruza con el universo alucinado del Iván Zulueta de “Arrebato”.
El triunfo inventivo de una película tan enana como “Extraterrestre” se sustenta en un casting perfecto, y en la libertad instintiva que Nacho Vigalondo concede a su cuarteto estelar. De los cuatro me quedo especialmente con Raúl Cimas, que sigue en su línea de creaciones absurdas e inexplicables, asociadas a unos comportamientos chocantes e imprevisibles. Junto con su caracterización del director de “Museo Coconut”, este Carlos que parodia y ridiculiza a los héroes de Hollywood que luchan contra invasiones alienígenas, erigiéndose en salvadores de la familia y de la libertad, conforma la esencia del antimétodo interpretativo por excelencia. Su habitual compañero Carlos Areces le sirve una vez más de contrarréplica, al representar la locura cotidiana del vecino más preocupado por la vida de la pareja protagonista y del ocasional amante que de los marcianos. De contar con el respaldo de una multinacional se habría titulado “Resacón en Lavapiés”.