Marwan Barghuti, considerado el líder de la Primera y Segunda Intifada, consideró que «el lanzamiento de una resistencia popular a gran escala sirve a la causa de nuestro pueblo». En un comunicado hecho público con motivo del décimo aniversario de su encarcelamiento, Barghouti solicitó que «se ponga fin a todas las formas de coordinación a nivel de economía y seguridad con Israel en los territorios de forma inmediata».

«Dejad de jugar con la ilusión de que hay una posibilidad de poner fin a la ocupación y de conseguir un Estado a través de las negociaciones después de que esta visión haya fracasado miserablemente», subrayó a pocos días de la celebración de la Marcha Global a Jerusalén, en la que se realizarán marchas hacia la ciudad desde los cuatro países fronterizos y concentraciones ante las embajadas de Israel.

Asimismo, abogó por «renovar los esfuerzos» para conseguir el reconocimiento de Palestina en el Consejo de la ONU, un intento que fracasó en el pasado a causa de la amenaza de veto formulada por EEUU.

Emplazó a los palestinos a llevar su petición de reconocimiento ante la Asamblea General y resto de agencias como una alternativa, en referencia a otros foros en los que Palestina puede lograr apoyos más amplios.

Petición de Hamas a la ONU

Por otra parte, Hamas pidió al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que envíe a los territorios ocupados a la comisión de investigación sobre la construcción de colonías judías en Cisjordania, aprobada el jueves, pese a la oposición de Israel, que ha ordenado que se ignoren todas las llamadas telefónicas y se corte cualquier tipo de contacto con el Consejo. La autoridades israelíes han prohibido, igualmente, la entrada en la zona a esta comisión de investigación.

El portavoz del movimiento islámico, Fawzi Barhoum, denunció que el Ejecutivo israelí está intentando «chantajear» a la ONU e influir en sus decisiones. A través de un comunicado, remarcó que el boicot de Israel al Consejo de Derechos Humanos es una prueba de la opresión que sufren los palestinos. Por ello, urgió a la ONU a enviar investigadores al terreno, particularmente a Jerusalén.

En opinión de la presidenta del Consejo de Derechos Humanos, Laura Dupuy Lasserre, «lo mejor para Israel sería cooperar con el Consejo en su misión de investigación para poder explicar sus propias políticas a los comisarios independientes una vez sean nombrados». «Lo contrario sería lamentable», afirmó.