El viceministro de Defensa de Colombia, Jorge Bedoya, afirmó ayer que el operativo militar del lunes contra las FARC en el Departamento del Meta, en el que fallecieron 36 presuntos guerrilleros, no afectará al proceso de entrega de los últimos diez uniformados que la guerrilla aún mantienen en su poder.

Bedoya, que representa al Gobierno en el proceso de entrega, mostró su confianza en que este siga adelante sin contratiempos. Reconoció que pese al anuncio de las FARC, la Fuerza Pública tiene órdenes directas del presidente, Juan Manuel Santos, de «seguir actuando con la contundencia de manera sostenida».

En esa misma línea se pronunció el comandante de las Fuerzas Armadas, el general Alejandro Navas. «No hay terrenos vedados y todavía no estamos dentro de los términos de suspensión de las operaciones militares y policiales», señaló.

Los familiares de los diez uniformados expresaron su temor por estos operativos.

«Me da mucho miedo que puedan haber consecuencias negativas para nuestros seres queridos o que de pronto aplacen las liberaciones», expresó Cristina Arcia, hermana del sargento Luis Arturo Arcia.

Pidió a Santos que decrete un alto al fuego mientras se desarrollan las liberaciones, pues asegura que su hermano podría estar en algún lugar del departamento del Meta.

Encuentro en Lausana

Por otra parte, la izquierda abertzale, que el fin de semana participó en Lausana en una conferencia internacional sobre la búsqueda de la paz en Colombia, remarcó que «el conflicto solo se resolverá a través de un proceso inclusivo de diálogo y negociación entre las partes».