Una docena de organizaciones sociales guatemaltecas se sumaron a la marcha hacia la ciudad de Guatemala que comenzó el lunes y en la que han participado más de 1.500 campesinos e indígenas pobres desde el norteño departamento de Cobán para exigir soluciones a la conflictividad agraria.

Líderes sindicales, grupos de mujeres, de derechos humanos y organizaciones no gubernamentales han respaldado la protesta. «El apoyo a la marcha debe ser unánime por parte de toda la sociedad, porque se trata de problemas nacionales históricos que urgen ser resueltos», dijo a los periodistas Sandra Morán, del denominado Sector de Mujeres.

Los campesinos exigen la aprobación de una Ley de Desarrollo Rural que les permita tener acceso a tierras, la condonación total de los créditos agrarios que adeudan al Estado y rechace la explotación minera.