El Ibex terminó ayer, por sexta sesión consecutiva, con pérdidas, y cayó hasta sus mínimos anuales. Hoy saldrá desde los 8.140,30 puntos, después de ceder un 1,03%. En Europa, excepto Fráncfort que repitió, también se impusieron los números rojos. París retrocedió un 0,92%, y Londres, un 0,56%. Esta nueva caída del Ibex sigue aumentando la brecha con el resto de índices europeos. En lo que va de año baja ya un 4,97%, frente a las ganancias de Fráncfort (+20,01%), París (+9,80%) y Londres (+5,33%). El miedo al futuro de la economía del Estado español y a su capacidad de reducir el déficit de forma acelerada en dos años hasta el 3%, tal como exige Bruselas, continúa lastrando el potencial del Ibex. También alarma en Europa el sistema bancario, que sigue preso de su exposición al ladrillo, de la necesidad de fortalecer el capital básico, de su escasa aportación crediticia para ayudar a frenar el decrecimiento y de la lentitud para cerrar la reestructuración. Esta última preocupación se hizo evidente ayer, con caídas generalizadas para las entidades financieras del Ibex. BBVA bajó un 1,51%, y Santander, un 1,31%. Los bancos medianos, con Bankinter (-2,90%) al frente, también siguieron esa línea. Además, Caixabank se dejaba un 2,43%, tras hacerse pública la absorción de Banca Cívica (-16,44%). En el otro lado de la balanza se colocaron Amadeus (+0,46%) y FCC (+0,15%). En París, el peor fue Total (-5,96%), perjudicado por un enorme escape de gas en una de sus plataformas del Mar del Norte. Accor (+3,67%) y Alcatel-Lucent (+3,20%) fueron los más fuertes entre los ganadores.