La caída del material en manos de grupos «hostiles», el único riesgo nuclear
El medio centenar de líderes mundiales reunidos en la II Cumbre de Seguridad Nuclear de Seúl, algunos de ellos dirigentes de potencias con armamento nuclear, coincidieron en que el único riesgo existente es que el material atómico caiga en manos de grupos «hostiles».
GARA | SEÚL
La II Cumbre de Seguridad Nuclear de Seúl concluyó ayer con la petición de una acción enérgica tanto en el ámbito nacional como internacional para destruir la grave amenaza de «terrorismo nuclear» y compromiso, en ese sentido, de proteger los materiales atómicos para evitar que componentes peligrosos como el uranio altamente enriquecido o el plutonio caigan en manos de grupos «hos- tiles», una posibilidad que los participantes en el encuentro consideran «muy real».
«El terrorismo nuclear sigue siendo una de las mayores amenazas a la seguridad internacional», se asegura en el comunicado final, que añade que «la superación de esta amenaza requiere una acción fuerte en la cooperación nacional e internacional, teniendo en cuenta sus potenciales consecuencias políticas, económicas, sociales y sicológicas».
«La seguridad del mundo depende de las acciones que se dedican aquí», señaló el presidente de EEUU, Barack Obama, durante la sesión plenaria de la cumbre bienal de dos días, sobre la que ha planeado Corea del Norte y su programa nuclear. Sin embargo, el documento no recoge la necesidad de «medidas concretas» para avanzar hacia un mundo sin armas nucleares. Los líderes mundiales reunidos en Seúl, algunos de ellos de potencias con armamento nuclear como EEUU, China o Rusia, se limitaron a «reafirmar (sus) objeti- vos comunes de desarme nuclear, de no proliferación nuclear y de utilización pacífica de la energía nuclear», derecho que niegan a otros países.
Así, insisten en que los compromisos son de cumplimiento voluntario ya que recae en cada Estado en la responsabilidad de mantener la seguridad de todos sus materiales nucleares, con el objetivo de impedir que sean adquiridos para fines delictivos.
«Unas medidas para fortalecer la seguridad nuclear que no obstaculizarán el derecho de los estados a desarrollar y utilizar energía nuclear con fines pacíficos», recalcan.
Según dijo el inquilino de la Casa Blanca, «es indiscutible que la amenaza persiste. Todavía hay demasiados individuos mal intencionados a la búsqueda de estos materiales peligrosos, algunos de los cuales siguen siendo vulnerables en demasiados lugares». «No haría falta mucho -solo un puñado de estos materiales- para matar a cientos de miles de inocentes», subrayó el presidente del único país que ha utilizado la bomba atómica contra población civil.
Su homólogo chino, Hu Jintao, sostuvo que, a pesar de los avances logrados desde 2010, la situación sigue siendo «grave».
El presidente surcoreano, Lee Myung-bak, recordó que en el mundo hay más de 1.600 toneladas de uranio altamente enriquecido y 500 toneladas de plutonio, suficiente para producir más de 100.000 armas atómicas, almacenadas en muchos casos en condiciones cuestionables.
Francois Fillon señaló que «no podemos privarnos de las ventajas de la energía nuclear», porque el calentamiento global podría ser mucho más peligroso que «cualquier accidente tecnológico».
Corea del Norte no renunciará «jamás» al derecho a lanzar «un satélite pacífico», indicó ayer la agencia oficial norcoreana KCNA, mientras varios países le emplazan a reconsiderar su decisión, prevista para mediados de abril. «La República Democrática Popular de Corea no va a renunciar al lanzamiento de un satélite con fines pacíficos, que constituye un derecho legítimo de un Estado soberano y un requisito esencial para el desarrollo económico», indicó la KCNA, que agregó que Pyongyang ha invitado a la NASA a que envíe a sus expertos para que pueden comprobar la naturaleza pacífica de su lanzamiento de satélite.
Las autoridades norcoreana consideran «injusta» y «errónea» la afirmación de Barack Obama, que tachó el lanzamiento de «provocación que amenaza la paz y la seguridad internacional». Varios países han instado a Pyongyang a cancelar sus planes al señalar que el lanzamiento supondría una violación de la resolución 2.009 del Consejo de Seguridad de la ONU, y EEUU ha insistido, además, en que complica la implementación del acuerdo firmado entre ambos en torno a una moratoria de sus programas nucleares y de misiles de largo alcance a cabio de ayuda alimentaria. Corea del Norte insiste en que el lanzamiento de un satélite con fines pacíficos no está incluido en esa moratoria. GARA
La próxima cumbre sobre seguridad nuclear, la tercera después de las celebradas en 201o en Washington y en 2012 en Seúl, tendrá lugar, en 2014, en los Países Bajos.