El 29M marca el paso a un pa�s en marcha
La huelga general tuvo en Euskal Herria un seguimiento masivo, incontestable incluso para aquellos sectores renuentes a asumir el �xito de este tipo de convocatorias. La respuesta fue tan contundente que hay que retroceder casi 25 a�os para encontrar una jornada de movilizaci�n tan importante en este pa�s, que ayer expres� con claridad su rechazo a la reforma laboral y a la pol�tica de recortes. Fue una jornada hist�rica que solo pudo empa�ar la Polic�a que, una vez m�s, actu� con una violencia desproporcionada contra los piquetes informativos, causando heridas graves a un joven de Gasteiz. El relato de la agresi�n sufrida por Xuban Nafarrate exige explicaciones y la asunci�n de responsabilidades por parte de quienes dirigen la Ertzaintza, un cuerpo que se ha especializado en reprimir con dureza movilizaciones populares.
Tanto la Polic�a como sus responsables est�n muy lejos del sentir de la sociedad vasca, que ha desbordado los diques con los que algunos pretenden constre�ir su vitalidad. El contraste entre las persianas bajadas y las f�bricas vac�as, y las multitudinarias manifestaciones, es fiel reflejo del modo en que la clase trabajadora y el conjunto de la ciudadan�a afrontaron el llamamiento a la huelga. Tambi�n de su fuerza transformadora, toda una garant�a en un momento en el que este pueblo tiene entre sus principales tareas definir su futuro, tanto en el �mbito pol�tico como en el socioecon�mico.
La huelga general logr� parar Euskal Herria pero, parad�jicamente, lo hizo para acelerar su marcha hacia un nuevo escenario. Y en ese camino, la jornada de ayer tambi�n sirvi� para mostrar a los agentes sociales, sindicales y pol�ticos de este pa�s cu�l es la apuesta ganadora, la que tiene capacidad de aglutinar a una mayor�a en torno a ella. Una apuesta por la unidad, por el trabajo en com�n, que presente alternativas reales y que aspire a la superaci�n de un modelo que solo ofrece ruina a esta naci�n y a sus gentes. El 29M no ha sido solo un �xito, ha sido tambi�n una lecci�n.