El Alcobendas, con un equipo de futuro, hizo un partido muy serio ante Itxako
Primer traspié en Lizarreria
A las de Ambros Martín se les atragantaron las madrileñas y no se sintieron cómodas en ningún momento.
ITXAKO 27
ALCOBENDAS 28
Natxo MATXIN
Han tenido que jugarse nada menos que 22 partidos para que Itxako hincase la rodilla esta temporada -con suspense final incluido-. El Alcobendas, un equipo con muchísimo futuro por la juventud de sus jugadoras, y que ya le puso las cosas muy difíciles en la primera vuelta, fue quien dio la sorpresa en Lizarreria, con un encuentro muy serio en el que mantuvo el tipo hasta el último momento.
Desde el 2 de febrero de 2011 Itxako no perdía un partido en Liga (en la pista del Ro´casa, 20-17), y desde hace casi dos años no lo hacía en casa (el 14 de abril de 2010, ante el Elda, 20-23).
Sería injusto restarle mérito al triunfo de las madrileñas, sobre todo porque las de Ambros Martín sí que pusieron toda la carne en el asador en la segunda parte, pero lo cierto es que las anfitrionas se lo tomaron con bastante más tranquilidad durante la primera mitad, confiando -como suele ser habitual- en la mayor profundidad del banquillo lizartarra, que esta vez de bien poco sirvió.
No hubo remontada
Y es que la primera parte ya dejó entrever que las jugadoras que entrena Félix García -que habían pedido jugar en viernes porque hoy algunas de ellas tienen un importante compromiso en la Liga juvenil- no venían de paseo. A las arrancadas locales respondieron -haciendo la goma- con otros tantos parciales, hasta conseguir irse de dos goles al descanso, toda una advertencia de lo que sucedería tras el paso por vestuarios.
Esta vez no hubo remontada amarilla, por mucho que se empeñó Barbosa en impulsar a sus compañeras hasta un 19-18 que hacía creer que la película se iba a repetir. Pero la veterana Ciobanu -que firmó varias paradas de mérito y se alió con los postes- y las imprecisiones impidieron, pese a que se defendió mejor, confirmar el vuelco. Aun y todo, Itxako pudo empatar a falta de tres segundos para el final, pero la guardameta rumana le paró un penalti a Jessica Alonso.