GARA > Idatzia > Kirolak> Athletic

Carlos GURPEGI | CAPITÁN DEL ATHLETIC

«Sin sacrificio, esfuerzo y amor propio no habría conseguido nada»

«Es difícil que alguien se lleve mal conmigo». Esas palabras pronunciadas por el propio entrevistado resumen mejor que nada la personalidad del capitán rojiblanco. En el dique seco desde el mes de octubre, el pasado sábado se cumplieron diez años de su debut con el primer equipo del Athletic. En breve le veremos entrenar con el grupo y quién sabe si participar de este ilusionante final de temporada.

p038_f02_97x152.jpg

Joseba VIVANCO

Parafraseando a Gardel, que diez años no es nada... o sí.

Mucho. La verdad es que estoy muy contento de cumplir diez años desde mi debut, por seguir en el Athletic a pesar de todas las dificultades que he tenido y, sobre todo, con la mentalidad y las ganas de poder seguir muchos años más. La verdad es que, cuando echas la vista atrás, tiene su parte meritoria y, como decía, a pesar de tantas dificultades, mis recuerdos son maravillosos. Me considero una persona optimista y en mi cabeza solo están los buenos recuerdos.

Siempre se dice que lo difícil no es llegar, sino mantenerse...

Sí, creo que sí, porque en estos diez años yo he visto debutar a muchos chicos que no han tenido la suerte de tener continuidad, de estar años en el club, y debutar no es fácil, pero lo realmente complicado es estar años en la élite del fútbol.

¿Algún consejo que alguien te diera en tantos años, desde que llegaste a Lezama siendo juvenil?

Mis primeros años aquí fueron con Patxi Rípodas y fue un entrenador que me marcó. Él tenía muy claro que todo esto sin sacrificio, sin esfuerzo y sin mucho amor propio no se conseguía. Eso me lo inculcó bien. Esas tres cosas que te he dicho son las que me han hecho llegar a este momento y espero que me quede mucho por recorrer.

¿Recuerdas cuando llegaste a Lezama, con apenas 17 años?

Sí, sí. Me acuerdo de partidos, de todo. Fue una época diferente en mi vida, yo dejaba Andosilla, mi pueblo, mis amigos y me involucraba en algo nuevo. Tampoco sabía si iba a estar a la altura de lo que esperaban de mí, pero la verdad es que, a pesar de que el primer año también tuve rotura de ligamentos, al año siguiente hice un buen año en el Basconia y, a partir de entonces, escalón a escalón hasta hoy.

No viniste de Tajonar, eres navarro, en algún rifi-rafe te has visto metido en alguna previa ante Osasuna. ¿Entiendes esa animadversión navarra hacia el Athletic?

A mí me gustaría que fuera diferente. Que la entienda o no, bueno, creo que por proximidad, ideas, Osasuna y Athletic tendrían que tener muy buenas relaciones y ojalá puedan cambiar. Al final, nosotros tenemos un mercado reducido y tenemos que intentar aprovecharlo.

¿Qué tiene el jugador navarro?

No sé, al final el jugador navarro es muy, muy comprometido, un jugador que tiene mucho amor propio, va con la tierra. Además, cuando vemos una oportunidad que podemos aprovechar empleamos todas nuestras fuerzas y toda nuestra consistencia para lograrlo. El jugador navarro es una persona tozuda y con las ideas muy claras.

¿De niño Carlos quería ser futbolista?

Sí, hombre, yo creo que como el 80% de los niños pequeños. Está claro que era una ilusión, pero llegar a jugar en Primera y que te vieran por la tele lo veía en el infinito, lo he conseguido y me siento orgulloso.

¿Y cuándo te das cuenta de que esto de hacer del fútbol tu modo de vida iba en serio?

Mira, en el momento en que vine aquí, yo me dije `aquí tengo una oportunidad, es la oportunidad de mi vida'. Tenía que intentar aprovecharla. Hay muchos factores que influyen, pero en cuanto vas pasando categorías, llegas al Bilbao Athletic y sabes que si destacas el salto lo tienes más cerca, es el momento en que te dices `si aquí lo hago bien, la próxima estación es el primer equipo'. Yo tenía muy claro cuando llegué que no sabía lo que me iba a durar, quería exprimirlo a tope, quería disfrutar... Entrenaba dos veces por semana y ya aquí pasé a hacerlo cuatro y el partido... Me dije `a esto me tengo que agarrar'. Y han pasado ya 14 años...

¿Qué hubiese sido Carlos Gurpegi de no ser futbolista?

Me imagino que habría estudiado una FP o un ciclo medio o superior y a trabajar en lo que pudiera. Y, si no, mi padre es agricultor y seguro que me habría hecho un hueco con él (ríe).

¿Qué te ha dado el fútbol en estos diez años que no te esperaras?

Sobre todo el sentirme tan querido por la gente del Athletic, de Bizkaia, siempre se han portado excelente conmigo y es algo que tengo que agradecer. Me siento una persona muy querida y para mí y para mi familia es muy importante. A pesar de todo lo que he pasado, la gente ha creído en mí.

¿Ha habido cosas a las que en tu carrera has tenido que renunciar?

Pues, sin ir más lejos, a las fiestas de mi pueblo en setiembre. Pero también está la distancia con mis amigos, con parte de mi familia. Pero yo creo que el fútbol todo aquello de lo que te aparta, luego te lo devuelve. Te lo devuelve cuando metes un gol, cuando te sientes importante en el equipo; te quita cosas, pero te da muchas.

¿Pesa la fama o en el Athletic se hace llevadera?

Cuando sales a la calle la gente te conoce, pero me considero una persona normal y esas cosas las trato con normalidad. La única particularidad es que juegas en el Athletic, pero sin más, somos personas como otras.

Decía el periodista y escritor Enric González que los futbolistas se han convertido hoy en superhéros sociales, pero que a la postre solo son eso, futbolistas...

Y nada más. Personas normales y, además, en este club, la gente, los chavales son muy normales. Lo único, ya sabes, metes dos goles y el entorno del fútbol te vuelve loco y parece que eres el mejor del mundo. Pero hay que saber convivir con eso, que no eres el mejor cuando sale todo bien y el peor cuando sale mal. Mantener una regularidad tanto en tu vida como en tu cabeza.

Ahí está el ejemplo de De Marcos, quién le iba a decir hace un año lo que está viviendo ahora...

...Y es el mismo chaval del año pasado, cuando se quedaba sin convocar o apenas jugaba.

¿Y esa imagen del futbolista profesional despreocupado de lo que pasa a su alrededor?

Quizá los más jóvenes puedan vivir así, pero es que cualquier chaval con 21, 22 años es más despreocupado que los que podamos tener 31. Pero seguro que todos en nuestras familias tenemos gente que esté en el paro, gente que pasa dificultades. Seguro que a la mayoría de la gente del vestuario les estará tocando esto.

¿El que la gente os vea como unos privilegiados, os obliga a algo?

No, creo que no. Está claro que somos unos privilegiados. No existe el trabajo perfecto, aunque el nuestro se puede acercar, pero está claro que lo somos. Y tal y como está ahora todo, muchísimo más.

¿Qué te ha decepcionado del fútbol?

Sobre todo que el interés económico prima por encima de todo, que no se tienen en cuenta muchas veces las necesidades de los equipos, sino el aspecto económico. Me ha decepcionado que hay todo tipo de interés por encima de las personas relacionadas con el fútbol.

¿Marcelo Bielsa transmite esa esencia del fútbol?

Hombre, el Athletic dentro de todo el negocio del fútbol es un poco diferente, por lo que transmite su afición, por el ser todos de casa y este año Marcelo nos quiere inculcar unos valores que hacen que pensemos entre todos que la esencia del fútbol se mantenga.

¿Es un lujo como entrenador?

Todos estamos aprendiendo mucho, nos damos cuenta de que es un entrenador especial y el cambio que ha hecho el equipo, de jugar de una manera durante cuatro años a hacerlo de ésta, él tiene mucha culpa. Nosotros hemos creído en él.

Más allá del tópico de que sea un loco del fútbol, ¿con qué te quedas de su personalidad?

Mira, es una persona exigente, pero comprensiva al fallo, al error. Él perdona más, por ejemplo, el error que tuvo Mikel (San José) el día del Valencia que el que una persona no corra. Y estamos hablando de un juego vistoso, pero que la gente no se esfuerce, que no entregue todo, lo penaliza más que errores puntuales. ¿Como persona? Desde la lesión me he distanciado un poco de la dinámica del grupo, pero, bueno, tiene momentos en que es una persona cariñosa y cercana y, como todos, sus días malos se intentan pasar de la mejor manera...

Bielsa seguramente es un técnico que deja huella, ¿qué entrenadores te han marcado en tu carrera?

De todos sacas cosas y hablar mal de entrenadores no puedo, todos me han dado mucho. Con Ernesto pasé dos años maravillosos y sigo teniendo relación, con `Mendi' a pesar de estar poco tiempo seguimos manteniendo relación, con Heynckes me hizo debutar y me dio continiudad... El otro día con Javi Clemente estuve hablando después del partido... Mantengo relación con todos. Llevarse mal conmigo es complicado.

¿Y ha habido jugadores a los que hayas tomado como referencia?

Pues al presidente actual y por cercanía a Pablo Orbaiz. Ha sido para mí una persona muy importante, los dos hemos pasados momentos jodidos y los dos hemos salido adelante.

2002, año de tu debut y año de ese infausto partido en Anoeta. Manu Sarabia, por ejemplo, se molesta mucho si se le recuerda aquel histórico encontronazo con Clemente. ¿Te molesta que te recuerden aquel positivo?

Lo tengo interiorizado, es algo que está superado, aunque todavía me duele porque conmigo se cometió una injusticia, me quitaron dos maravillosos años de poder disfrutar del fútbol. Pero es una parte de la vida en la que intento pensar poco o nada. Nosotros estamos aquí para jugar, pero cuando te apartan de ello, cuando les da igual cargarse la carrera de alguien sin miramientos, fue duro.

¿Fue más duro todo lo que conllevó que el no jugar?

No, no. A mí ir a los sitios y que me digan cosas no me perturba. Lo realmente duro fue entrenar y no jugar.

Pasaría por tu mente en aquellos dos años el no poder volver a jugar a tu nivel.

Sí, y pasa ahora con esta lesión de cinco o seis meses sin jugar. Tenía dudas de todo, de cómo iba a volver, cómo iba a a estar, el año siguiente a la sanción fue malo para mí porque no jugé mucho... En mi cabeza entraban todo tipo de dudas.

Y lo que hiciste fue increíble. Después de dos años sin jugar, regresar y más fuerte que entonces... ¿cuál fue el secreto?

Yo tenía dudas, pero me metí también en la cabeza que cuando volviera iba a intentar ser mejor jugador que antes de la sanción, y en partidos de estos dos últimos años lo conseguí.

¿Sacaste, si lo hubo, algo positivo de todo aquello?

Es difícil. Quizá el cariño del club y de la afición. La afición nunca me ha dejado solo. Si dentro de la afición hubiera habido dudas, habría sido mucho más difícil superarlo.

¿Devolver todo ese agradecimiento, le abruma a uno?

Lo intento haciendo lo que sabes, jugar al fútbol y que la gente se sienta orgullosa de que juegues en el Athletic. Pero habrá días en que las cosas salen mejor y otros en que no.

Y en esta ilusionante temporada, una lesión y grave. ¿Pensaste eso de «y por qué a mí»?

Sí, la verdad es que ya pensaba que había cubierto el cupo de golpes, la sanción, no me esperaba esto. Pero me ha pasado y a día de hoy estoy muy bien, en nada volveré a entrenar con el grupo y es como la sanción, intentar que si no puedo jugar esta temporada ni un solo minuto, pues en pretemporada intentar demostrarme a mí mismo que todavía tengo mucha gasolina y al entrenador.

Y sobre tus compañeros, envidia sana, pero envidia.

¡Y mucha, además! Se les ve disfrutando, nos están haciendo disfrutar y espero ser pronto partícipe de eso.

¿El fútbol le debe algo a Gurpegi?

Si te digo la verdad, lo que he vivido en el fútbol, yo es que tengo muy buenos recuerdos, de muchos partidos, de la ilusión de meter un gol, de meter un gol en el descuento que nos dio tres puntos... Que me han pasado cosas malas, sí, pero yo estoy convencido que el día que me retire mis pensamientos serán más bonitos.

¿Igual un título de Copa?

¡Ojalá! Nada nos haría más felices que conseguir un título. No solo yo me lo merezco, creo que todo el club se merece un reconocimiento y estar otra vez ahí arriba, y un título daría más credibilidad a todo esto.

Decías una vez que te gustaría que te preguntaran qué se siente al ganar un título con el Athletic...

Eso es. Al final son más de veinte años, hay muchísimos jugadores históricos que han pasado por aquí y no han podido lograrlo y ojalá yo sea parte de la plantilla que lo logre.

Tienes contrato hasta 2014, acabarías con 33 años, ¿uno empieza a pensar que también hay vida después del fútbol?

La verdad es que, más después de la lesión, me gustaría poder jugar muchos años al fútbol, pero está claro que no quiero estar en el club por estar. Quiero estar si me encuentro bien, si tengo posibilidades de jugar, si el entrenador cree que puedo aportar cosas y no venir a entrenar y no jugar nunca... Si llega ese día, prepararé las maletas y me iré. Cada vez que cumples años lo ves más cerca, pero si te soy sincero, pienso poco en ello.

¿Quizá veamos a un Gurpegi entrenador?

Saqué el carnet 1 de entrenador, pero de momento no lo pienso, solo pienso en recuperarme bien y luego ya veremos.

¿Cómo te gustaría que te recordara la afición?

Como alguien que ha defendido lo mejor que ha podido el club, que ha intentado hacer las cosas a la altura de donde estaba y, sobre todo, que ha dado su vida porque las cosas fueran de la mejor manera. Sé que no me van a recordar por mis regates, por mis goles, pero sí por intentar estar a la altura de lo que el club merece.

Y como has dicho alguna vez, siempre con una sonrisa por delante...

Sí, sí. Soy alegre e intento transmitirlo al resto.


 

Imprimatu 
Gehitu artikuloa: Delicious Zabaldu
Igo