El Mirandés se aseguró matemáticamente su presencia en el play-off y no falta demasiado para que haga lo mismo con el primer puesto. El problema es que lo hizo a costa de un Eibar que llegaba a Anduva con tanta ilusión como ausencias, que tuvo en su mano la posibilidad de añadir picante a la recta final de la temporada y que acabó resignándose a buscar en otro lugar los puntos que le faltan para asegurar también su presencia en la promoción.

Una auténtica pena porque cuando expiraba la bonita primera parte, Altuna anotó el 0-1. Y por poco no le imitaron Arruabarrena acto seguido y Mainz en la segunda parte, con un balón al palo. Todo se torció en el minuto 72. Lombraña vio la segunda amarilla y en esa misma falta Infante restableció la igualada. La puntilla llegó en el descuento.