Intensa jornada de reuniones la de ayer del concejal delegado de Urbanismo, Ricardo Barkala, y del consejero delegado del Consistorio bilbaino, Andoni Aldekoa, con los grupos de la oposición para conocer su postura acerca del «district heating» de Zorrotzaurre. Lo curioso es que los responsables municipales han intensificado en las dos últimas semanas los contactos -antes y después del pleno del pasado miércoles-, al constatar que crece el número de ciudadanos que se preguntan por el porqué de esta instalación energética en un extremo del parque de Sarriko, junto al Canal.

Tras el secretismo con que el Ayuntamiento y la Comisión Gestora han llevado adelante este asunto, salpicado de periódicas filtraciones a medios de comunicaciones, sorprende ahora el interés de ambas partes por alcanzar acuerdos con el resto de agentes, que siguen demandando más información.

Una de las claves está en que equipo de gobierno y Comisión Gestora dieron por cerrado el proyecto y lo primero que hicieron vecinos, ecologistas, así como Bildu, fue plantear que se haga un estudio de alternativas para determinar si la «calefacción urbana» es la mejor solución. La edil soberanista Aitziber Ibaibarriaga no ocultó ayer su sorpresa por la actitud de Barkala y Aldekoa. «Nos preguntan a nosotros qué queremos y qué alternativas proponemos, cuando quienes tienen que hacer el estudio de alternativas y contrastarlo con el vecindario son ellos», manifestó.

«Ha sido una reunión absurda», señaló Ibaibarriaga, a quien sorprendió que el equipo de gobierno esté buscando un acuerdo sin entrar a valorar lo que han hecho hasta ahora, origen de los problemas a los que se enfrentan. «Nosotros no nos vamos a posicionar a favor o en contra del district heating, lo que queremos es que se expongan todos los argumentos que avalan la necesidad del proyecto, sus características y dónde lo quieren emplazar», puntualizó.

Ibaibarriaga viene defendiendo que la preocupación ciudadana «no reside únicamente en los elementos que la gente ya conoce, sino también en los que desconoce». Además, la concejala de Bildu considera «llamativo» que el PNV se niegue «sistemáticamente a decir que la instalación es una central térmica. ¿Por qué no responde sobre el número de chimeneas y de qué tamaño serán necesarias?».

Pero el equipo de Azkuna no es el único empeñado ahora en limar diferencias, ya que el gerente de la Comisión Gestora de Zorrotzaurre, Pablo Otaola, también ha iniciado su propia ronda de contactos.

Postura del alcalde

Mientras se intensifican los contactos, ninguno de los responsables municipales se pronuncian sobre las repetidas declaraciones del alcalde, a raíz del pleno del miércoles, en las que dijo no descartar la paralización del polémico proyecto. Fuentes vecinales indicaron que el mensaje transmitido a través de los medios de comunicación por Azkuna no les tranquiliza. «Queremos disponer de toda la información y de las alternativas posibles. No entramos a valorar que se cuestione ahora el proyecto por el revuelo montado y vea peligrar el desarrollo de toda la operación», declararon.

El miércoles, durante la sesión plenaria, Iñaki Azkuna llegó a manifestar que «si no hay transparencia y toda la información posible, yo no firmaré ese documento -se refirió al convenio entre el EVE y la Comisión Gestora para la implantación de la «calefacción urbana»- y vamos al calderín de toda la vida». Y es que la «falta de transparencia» es uno de los caballos de batalla, ya que PP, Bildu y PSE han coincidido en esta deficiencia, especialmente cuando el acuerdo se rubricó en 2009.

Además ha transcendido, aunque nadie lo confirma, que la búsqueda del consenso con los diferentes agentes políticos y sociales tiene un plazo temporal, el del mes de abril. El objetivo del equipo de gobierno, al parecer, es que el asunto del «district heating» no dificulte el arranque de la operación urbanística en Zorrotzaurre, donde aún hay pendientes otros asuntos problemáticos, como la descontaminación de las tierras del Canal de Deustua.