Gloria REKARTE Expresa
Miedo a un escenario de paz
Sorprendió a algunos y no sorprendió a otros, pero indignó a todos porque la decisión del Tribunal Constitucional de avalar la cadena perpetua para las prisioneras y los prisioneros vascos deja al desnudo voluntades, intenciones y responsabilidades. Hoy y ahora, y echando la vista atrás, es fácil saber, por si quedaran dudas, desde dónde se abortaron los intentos de solución anteriores. Y, por si a pesar de todo, siguieran quedando dudas, llegaba la resolución del TC al tiempo que las declaraciones de Jonathan Powell: «si quieren la disolución de ETA, deben comprometerse». Una cuestión, esta de querer la disolución de ETA, sobre la que tengo mis serias dudas. Mejor puntualizo: no es que no quieran la disolución de ETA, lo que no quieren es la paz. Y lo uno, puede llevar a lo otro en la misma medida en que lo otro a lo uno. Pero ni significan lo mismo ni son igual.
Powell hablaba de su experiencia: «esto aprendimos en Irlanda». Será que en Irlanda querían aprender. Que las dos partes buscaban la resolución. Y será que no es ese el caso del Gobierno español, para el que la paz parece ser un escenario que le viene demasiado grande. Un escenario para la derecha y el nacionalismo español, infinitamente más incómodo que el de la confrontación, al que se aferran porque es donde la criminalización, la persecución del independentismo, la tortura y los crímenes de estado, llevan maquillaje, y donde juegos de luces han llegado a difuminar los anhelos fascistas de sus mejores intérpretes. Será que nos están echando un pulso colosal. Pero de respuestas colosales ya sabemos algo. El 14, estaremos en Bilbo.