Los rebeldes tuareg aseguran que no planean tomar Bamako
Los independentistas tuareg aseguran que, tras hacerse con el control de casi todo el territorio de Azawad, no tienen intención de continuar su ofensiva hasta la capital de Mali, Bamako. Pero los militares han empezado a huir de ciudades más allá del territorio tuareg. A la vez, combatientes islamistas expulsaron al MNLA de la recién conquistada Tombuctú.
GARA | BAMAKO
El Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) aseguró ayer que no irá más allá de las fronteras de Azawad -el territorio tuareg formado por las regiones de Tombuctú, Gao y Kidal- en su ofensiva contra el Ejército. «Hoy por hoy nuestro objetivo no es ir más allá de las fronteras del Azawad. No queremos dar la impresión de que somos belicistas», afirmó Hama Ag Mahmoud, miembro del brazo político del MNLA, en declaraciones a la agencia Reuters.
Después de que los insurgentes hayan tomado ya el control de las tres regiones, cientos de habitantes de la ciudad Mopti y sus alrededores, más allá del territorio tuareg, han abandonado sus domicilios temiendo que los rebeldes sigan avanzando. También los militares han dejado los campamentos y se han trasladado a la ciudad o a Bamako.
«La gente tiene pánico, los militares huyen», afirmaba una madre de familia que vive en Mopti y trabaja en la cercana Sevare, una ciudad en la carretera entre Gao y Bamako donde también ha observado que «los militares se van desde el ataque a Gao», el sábado. Otra vecina confirmó estos desplazamientos aunque no eran masivos.
Ante el avance de los rebeldes tuareg, tanto el Estado francés como Bélgica, a través de sus respectivos ministerios de Asuntos Exteriores recomendaron a sus ciudadanos «cuya presencia no sea indispensable» que abandonen Mali.
Islamistas toman Tombuctú
Por otra parte, el MNLA rechazó las informaciones que afirmaban que grupos islamistas han apoyado al movimiento independentista en su lucha contra los militares malienses.
Precisamente, combatientes de Ansar Dine, un movimiento salafista que persigue imponer la «sharia» (ley islámica), bajo el mando de su líder Iyad Ag Ghaly, expulsó ayer los rebeldes tuaregs de Tombuctú, ocupada el domingo por el MNLA, asegurando que no luchan por la independencia sino por el islam. Un vecino declaró que «han arriado y quemado las banderas del MNLA e izado de nuevo la bandera maliense junto a banderas con la frase, `Alá es grande'». Posteriormente, un funcionario local aseguró que Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) se hizo con el control de la ciudad y expulsó a ambos grupos. Algunas informaciones aseguraban que también en Kidal y Gao ondeaban las banderas negras de Ansar Edine, y que muchos símbolos estatales o de Occidente fueron atacados por islamistas armados.
La Comunicad Económica de Estados de África del Oeste (CEDEAO) decidió ayer la «instauración inmediata» de su fuerza militar «en espera» ante el golpe de Estado en Mali. La cumbre de este organismo, reunida en Dakar, pidió al comité de jefes de Estado Mayor que se reúna esta semana en Abiyán para examinar «las modalidades de activación de esta fuerza», según indicó el jefe de Estado de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, presidente de turno de la CEDEAO. Además, la organización decretó «un embargo total» por parte de todos los estados vecinos de Mali hasta que la junta militar que dio el golpe de Estado entregue el poder. «Desde hoy son aplicables todas las medidas diplomáticas, económicas, financieras y de otro tipo, y no se levantarán hasta que se restablezca el orden constitucional», añadió Ouattara. Pero no es la única preocupación de los países vecinos de Mali. Con comunidades tuareg en varios de ellos, la rebelión ha hecho que la CEDEAO ponga en Estado de alerta una fuerza militar de casi 2.000 hombres. El Consejo de Seguridad de la ONU estudiará hoy la crisis. GARA