La Federación Gizalan de ELA denunció ayer en Gasteiz que Lanbide (Servicio Vasco de Empleo) es «un caos organizativo y un fraude a la sociedad». Además sostiene que se está produciendo «un escandaloso despilfarro en la gestión» lo que está provocando que «el servicio empeore».

La central sindical afirmó que esta denuncia, igual que la que realizaron los diferentes directores de las oficinas, se puso en conocimiento de la consejera Gemma Zabaleta, pero «lejos de corregirse, se ha incidido más en el desbarajuste».

El informe de ELA desvela numerosas irregularidades desde que Lanbide asumió el control del Inem. Advierte de que hay «situaciones discriminatorias» debido a que ese organismo autónomo «carece de normativas, de estructura y organización». Entre los problemas, la central sindical destaca que en la provisión de puestos «se asignan personas a puestos sin ningún tipo de oportunidad para que el conjunto de trabajadores pudieran optar a las mismas, vulnerando el principio de capacidad, publicidad y mérito».

En cuanto a salarios, sostiene que trabajadores de diferentes categorías realizan trabajos idénticos, a la vez que «se evita informar a la plantilla de los cursos de formación y se deniegan solicitudes de trabajadores que han accedido a esa información de modo casual». También critica el sistema de contratación, que «vence en breve» y que 125 trabajadores desconocen «si van a seguir o no».

Sin cursos de formación

A juicio de la Federación Gizalan de ELA, Lanbide «no está ofreciendo cursos para las personas desempleadas. La oferta de cursos es muchísimo menor que en años anteriores». También denuncia que «las subvenciones a los autónomos llevan paralizadas desde el pasado mes de agosto», ni se está pagando «a los centros especiales de empleo, ni a las empresas de inserción, ni, con carácter general, ninguna de la subvenciones por el fomento del empleo».

ELA sostiene que se está produciendo «un escándalo en la gestión». Denuncia que «cuando la entidad pública de derecho privado inició su andadura se realizó una inversión en telefonía de 200.000 euros. Tras su conversión en organismo autónomo, están decididos a realizar una nueva inversión de 360.000 euros».

Renta de Garantía de Ingresos

La tramitación de la Renta de Garantía de Ingresos (RGI) «deja mucho que desear» e, igual que denuncian los colectivos sociales en repetidas ocasiones, se están demorando los pagos por «falta de criterios» y «por la ausencia de una aplicación informática que funcione, que imposibilita la tramitación completa de la RGI». Porque -según ELA- «el sistema informático, realizado por Indra, no funciona a pesar de haber costado 3 millones». La solución que quiere aplicar Lanbide, en este caso, es que «sea Indra la que gestione los miles de expedientes atrasados». La central también critica que sea «la agencia privada de colocación Randstad quien analice la empleabilidad de los usuarios».

Por último, ELA denunció que Lanbide «ha repartido 4 millones de euros entre Confebask, CCOO y UGT. Suponemos -indica- que es por la gran tarea que vienen realizando en el consejo de administración».

La central sindical exige al Gobierno de Gasteiz que «asuma la responsabilidad e impulse el cambio en la organización y en la gestión de Lanbide, que es una necesidad apremiante».