La directora de Osalan, Pilar Collantes, se posicionó a favor de la creación de un fondo de compensación ligado a la Seguridad Social para los afectados por amianto. A su juicio, harían falta 32 millones para sufragar los casos registrados o de 8 millones, sí solo se tienen en cuenta los casos de mesoteliomas, un tipo de cáncer que solo se produce por contacto con el amianto. Ante la ponencia del Parlamento de Gasteiz, presentó una serie de medidas similares a las que ya se aplican en países como el Estado francés, Bélgica y Holanda. Minutos antes de su comparecencia, explicó a los medios de comunicación que de todos los casos de cáncer de pleura que se registran, un 80% afecta a hombres y un 20% a mujeres. Estos desarrollan un mesotelioma, un cáncer derivado de la exposición a fibras del amianto. Afirmó que el mayor número de casos de cáncer por amianto en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa se va a registrar en el período 2018-2022, con 350 casos de cáncer por mesoteliomas en ese quinquenio. En el quinquenio actual, destaca que hay 149 casos de cáncer de pleura atribuidos al amianto, de los cuales 134 afectan a hombres.

La directora de Osalan confirmó que cada quinquenio que pasa aumentan un 50% el número de casos, «aunque a partir de 2022 empezarán a bajar porque el amianto fue prohibido hace años».

El 16% de los cánceres por amianto que se registran en el Estado español se circunscriben a la CAV, por lo que si se creara un fondo de compensación en el Estado ligado a la Seguridad Social, como propone Osalan, harían falta unos 8 millones de euros para atender a los afectados vascos por mesoteliomas. Si se suman todas las enfermedades derivadas del amianto y también las no ligadas al ámbito laboral, como por ejemplo la de las mujeres que se han contaminado al estar en contacto con buzos de sus maridos que contenían amianto, serían necesarios unos 32 millones de euros, según puntualizó.

Collantes, que hasta la fecha ha silenciado todo en relación al amianto, explicó que estas enfermedades surgieron con la exposición al amianto hace 40 o 50 años y la mayoría de afectados son trabajadores que ya no están en activo laboralmente. Por tanto, establecer un fondo puede ser «una oportunidad y una solución» para evitar litigios y defender los derechos de estas personas, ha indicado.

Pidió, por otro lado, no caer en el «alarmismo» y recordó que «la mayor parte de los problemas son benignos».