El Ibex sufrió un serio castigo tras dos jornadas de avances, después de que se hiciera público el contenido de los presupuestos generales del Estado español. Los expertos creen que el trámite para su aprobación no deja ningún margen para la sorpresa dada la mayoría absoluta del partido gobernante y su determinación de no admitir propuestas de la oposición. Por tanto, lo que podría haber sido usado como espaldarazo para el Ibex se convirtió en su mayor lastre al fijarse una fotografía de la situación cercana a la bancarrota. De otra parte, en EEUU caía otro jarro de agua fría con el dato de pedidos de fábrica, que salió peor de lo previsto y se suma al desencanto producido por la caída en los gastos de construcción de febrero. También se añadió a la frustración general el aumento de la prima de riesgo hasta los 364 puntos. Al cierre, el Ibex hizo su ejercicio de penitencia al ceder un 2,71% y pararse en los 7.824,50 puntos. Las bajadas de Londres (-0,62%), Fráncfort (-1,05%) y París (-1,62%) fueron muy inferiores. En el Ibex, tan solo escaparon de los números rojos, Amadeus e Indra. De los perdedores, destacaron los batacazos de Ferrovial (-6,41%), Bankinter (-5,87%) y Sacyr (-5,67%), pero hicieron más daño los recortes de BBVA (-4,52%) y Santander (-3,95%). Por su lado, Repsol, Iberdrola y Telefónica cedieron más de un 2%. En París, los bancos también se fueron abajo con contundencia. Société Générale cayó un 3,72%, Crédit Agricole, un 3,18%, y BNP Paribas, un 2,80%. Con todo, el peor fue Veolia Environnement (-3,99%). Solo EDF, Alcatel-Lucent y EADS terminaron en verde.