No es algo nuevo que la nueva situación política abierta en este país, además de a algunos plumillas ultramontanos, ha causado zozobra a otro sector que también ha medrado a cuenta del conflicto, como es el de los escoltas. A muchas y muchos les ha ido muy bien durante años y ahora que no necesitan sus servicios, están de los nervios. Pero hay también quien de vez en cuando sale a echarles un cable, como el exparlamentario del PP Alfredo Marco Tabar, quien en «El Correo» se preguntaba alarmado por «El futuro de los escoltas».

El veterano político alavés, ante la constatación de que esta gente que se ha paseado armada por nuestras calles tiene menos porvenir que Javier Arenas, señalaba que «de bien nacidos es ser agradecidos» y que «no basta la palmadita en el hombro ni el reconocimiento a los servicios prestados plasmado en un documento y unos cursos de reciclaje y... un búscate la vida». Pues hay muchas y mcuhos currelas (de verdad) a los que han echado sin reconocimiento, documento ni cursillos. Y nadie les ha dado tanta cancha como a estos. A continuación, Tabar empezaba a trazar el perfil laboral de los afectados por la reconversión, y lo pintaba crudo: «en su mayoría, los servicios de escolta están conformados por personas cuya formación y preparación se han centrado en el servicio que prestaban y esto les coloca en una difícil reubicación laboral, si añadimos a lo anterior, en muchos casos, su edad después de los años que han transcurrido». Que no se preocupe, que su partido ha aprobado una reforma laboral que según dice va a crear muchos puestos de trabajo. Algunos les tocará...

Pero al parecer él no lo ve tan claro, y propone otra vía. La de enchufarlos como funcionarios: «Si ya en las carreras universitarias está establecida la convalidación de asignaturas o requisitos para una titulación distinta o superior, ¿por qué no se aplica el mismo criterio para el acceso a la función pública policial de este colectivo, acreditando su idoneidad para convertirse en funcionarios policiales con su curriculum vitae y, si fuese necesario, con los informes pertinentes?». Eso, ya que no saben hacer la «o» con un canuto, que los coloquen como policías. Con los informes pertinentes, claro. ¡Qué morro!