El gobierno municipal de Donostia presentó ayer su modelo de cofinanciación de la estación de autobuses de Riberas de Loiola, un proyecto que contaría con un presupuesto total de 25,5 millones de euros.

El Consistorio participaría en el 40% de una sociedad mixta público-privada, correspondiendo el 60% restante a las empresas adjudicatarias de la gestión.

Con esta fórmula, el Ejecutivo que lidera Bildu pretende dar mayor estabilidad económica a la infraestructura y que no se repita lo sucedido en el centro comercial Arcco-Amara, que tuvo que ser finalmente rescatado por el Ayuntamiento.

El concejal de Urbanismo, Ricardo Burutaran, y el delegado de Hacienda, Jabi Vitoria, indicaron que la aportación municipal en Riberas sería de 7.937.500 euros, «con cero riesgos y económicamente viable». Burutaran aseguró que «ya hay empresas interesadas en participar».

Frente a las constantes reclamaciones de la oposición para que se comience a construir sin más demora la estación de autobuses en Atotxa -el PSE, que gobernó durante 20 años, tiene en su web local un contador de «días sin estación por decisión de Bildu»-, el edil de Urbanismo subrayó que no se ha retrasado ni un día porque Adif, la empresa que gestiona las estructuras ferroviarias, aún no ha dado el permiso necesario.

Pago de 1.368.025 euros

Por otro lado, los representantes municipales explicaron que abonarán 1.368.025 euros a la UTE Intermodal Donosti, que fue contratada para realizar la estación de autobuses de Atotxa, por los gastos que haya podido generarle hasta ahora dicha infraestructura.

Jabi Vitoria explicitó que «no se trata de una indemnización ni de un gasto extra», ya que en caso de que se retomara el proyecto en esta ubicación, esta cantidad se descontaría de la aportación municipal.