La mayor cubierta fotovoltaica para generar energía, en la CAF
La filial del Grupo CAF, Ennera, ha instalado en Beasain la cubierta fotovoltaica más grande de Euskal Herria. Producirá un gigavatio hora anual de energía limpia, que permitirá que los cinco vehículos eléctricos de la red Sarecar ubicados en Ataun puedan recorrer 145.000 kilometros sin realizar ningún tipo de emisión. La energía producida evitará la emisión al exterior de 330 toneladas de CO2 al año.
Iraia OIARZABAL | DONOSTIA
En estos tiempos en los que la factura de la luz sube, las energías renovables pueden ser una buena alternativa de autoabastecimiento, que además suponen un importante beneficio para el medio ambiente. El último ejemplo se encuentra en Beasain, donde la empresa Ennera ha instalado sobre las instalaciones industriales de la CAF una cubierta de tecnología fotovoltaica que generará la energía suficiente para que los cinco coches eléctricos de la red Sarecar ubicados en Ataun (Gipuzkoa) recorran 145.000 kilómetros sin realizar ningún tipo de emisión contaminante.
Ennera es una filial del Grupo CAF dedicada a las energías renovables, por lo que según explica su responsable de comunicación, Koldo Gutiérrez, decidió instalar la cubierta fotovoltaica en la propia CAF y suministrar así energía a los coches eléctricos instalados por la propia compañía.
Aunque hay instalaciones similares en Araba y otras localidades de Gipuzkoa como Donostia, Oñati, Orio o Urnieta, la de Beasain es la cubierta más grande instalada hasta el momento. Se encuentra instaurada sobre una base de 7.500 metros cuadrados y cuenta con una potencia total de 1 megavatio, que a través de más de 4.500 módulos Connergy PowerPlus, producirá en torno a 1 gigavatio hora anual de energía limpia.
De esta manera, se evita la emisión de partículas contaminantes por partida doble: por un lado, la energía producida equivale a evitar la emisión de 300 toneladas de CO2 al año derivadas de la producción eléctrica y, a su vez, los vehículos de su red evitarán otras 30 toneladas de emisiones. Lo que en total supone 330 toneladas de CO2 al año.
Gutiérrez hace hincapié en un aspecto de la instalación, que la energía solar fotovoltaica no emite CO2 a la atmósfera para generar energía. Algo que califica como su principal beneficio. En este sentido, el responsable de comunicación matiza que sí se emiten CO2 cuando se fabrican los paneles solares, no obstante, estas emisiones se compensan al año o dos años de su funcionamiento gracias a los gases de efecto invernadero que se dejan de emitir.
Moratoria a las renovables
Sobre las características y el funcionamiento de la cubierta, Gutiérrez explica que la instalación de Beasain se conectó a la red antes de la moratoria del Gobierno español a las instalaciones de energías renovables, por lo que vende a la red toda la energía que produc. «En la actualidad ese modelo no es posible, pero nuestra instalación y todas aquellas construidas antes de la moratoria seguirán recibiendo las primas para generar energía limpia durante 25 años» explica.
Por todo ello, reconoce que las empresas de energías renovables están a la espera de un cambio legislativo que regule el autoconsumo eléctrico. «Un cambio que permitirá a los usuarios ahorrarse su factura eléctrica generando su propia electricidad mediante el sol o el viento, además de evitar sufrir las subidas del precio de la luz», concluye.
La energía solar fotovoltaica no emite CO2 a la atmósfera para generar energía, por tanto, con la cubierta se evita la emisión de 300 toneladas al año y los vehículos de su red evitarán emitir otras 30 toneladas.
La empresa Ennera, ubicada en la localidad guipuzcoana de Ibarra y con una plantilla de 19 trabajadores, ofrece soluciones de energía renovable y de movilidad sostenible a empresas, particulares y organizaciones. Dentro del área de la generación de electricidad sostenible, se centra en la energía solar fotovoltaica y en la minieólica. Por otro lado, cuenta con una innovadora solución para la gestión de flotas de vehículos eléctricos instalada por primera vez en Ataun bajo la denominación Sarecar.
Gutiérrez explica que «Ennera busca facilitar el acceso de sus clientes a soluciones eficientes y rentables para que sean estos quienes generen la energía que ellos mismos consumen, de manera que se minimice la dependencia respecto a las eléctricas tradicionales».
Añade que, de este modo, los clientes pueden conseguir ahorrar en sus facturas y no depender de los «vaivenes» del precio de la electricidad. Un coste que sigue al alza, ya que, según la asociación de consumidores Facua, ha subido un 60% desde 2007.
I.O.