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Música litúrgica en la historia vasca de los sesenta y setenta

La música religiosa ha acompañado a la industria discográfica desde sus primeros días. En Euskal Herria durante los sesenta y primeros setenta la producción religiosa, en vinilo, corrió a cargo de las corales, con excepción del grupo Los Amis.

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Pablo CABEZA

Actualmente existe una mínima producción discográfica estatal -prácticamente nula en Euskal Herria- de contenido directamente relacionado con la orientación religiosa, aunque internacionalmente se graban cientos y cientos de discos orientados hacia el pop y el rock cristiano; no obstante, no es la cuestión de este día, ya que se rastrea específicamente una época, los sesenta y los primeros setenta, y la edición en vinilo de discos interpretados por artistas vascos (corales en general) o canciones compuestas por creadores locales.

Cabría preguntarse por qué a finales de los sesenta y primeros setenta se editan numerosos discos de carácter religioso directo (textos basados en la Biblia) y por qué en la actualidad la producción litúrgica ha pasado, en gran medida, a grupos de pop y rock no ya católicos, sino de origen cristiano y con textos donde los enfoques son más variados. Con todo, Euskal Herria no es el caso de esa proliferación presente de grupos o solistas pregonando o lanzando loas al Señor, si cabe es todo lo contrario.

En los sesenta, había una televisión, TVE, y una radio hermana, Radio Nacional de España, posteriormente apoyada por la CAR, la Cadena Azul de Radiodifusión, que no era otra cosa que una nueva red de emisoras del Movimiento. La COPE, Cadena de Ondas Populares Españolas, tenía por accionariado a la Conferencia Episcopal Española, las diócesis y órdenes religiosas como jesuitas y dominicos.

En total, unas y otras, salvo la SER, Sociedad Española de Radiodifusión, orientaban sus esfuerzos a reforzar la moral católica de los escuchas con un discurso pegado al franquismo, así que existía un adoctrinamiento concienzudo, y no sólo desde su televisión o frecuencias.

Bajo estas circunstancias no cuesta entender por qué se publicaron decenas y decenas de vinilos de temática católica, producción que tenía en determinados periodos su apogeo preferente: Navidades y Semana Santa. En estos días de trompetas y tambores conviene recordar que durante el franquismo (apoyado por la iglesia católica, el caso vasco requeriría otro estudio) TVE llegaba a suspender su programación o minimizarla y que en el resto de emisora afines (u obligadas, caso la SER), los programadores se hartaban de incluir en sus emisiones discos litúrgicos, canciones de seminario, de catequesis o música clásica como último recurso.

Conviene recordar asimismo que en aquellos días de tenebroso franquismo, con la iglesia española pegada a su alero, cerraban bares, discotecas... Todo en favor de procesiones llenas de público ante la falta de otras opciones o como consecuencia de ser portadores de mentes perfectamente guiadas desde el asedio mediático del poder. En cualquier caso, miles y miles de personas esperaban con ansiedad la supuesta resurrección del llamado Jesús de Nazaret (quien ni estuvo ni nació en Nazaret) para abrir negocios y montar el guateque aprovechando la buena noticia de la ascendencia a los cielos del predicador más conocido de aquella lejana época.

En el Estado había dos discográficas especializadas en corales religiosas y canciones de corte de excursión juvenil guiada por algún voluntarioso seminarista. Bajo el sello Pax grabaron, por ejemplo, los donostiarras Los Amis, aunque no fueron los únicos vascos, y en Ediciones Paulinas numerosas corales, la más prolífica la Coral San José de Pamplona, que grabó decenas y decenas de canciones. En cuanto a compositores vascos, los más entusiastas fueron el sacerdote donostiarra Cesáreo Gabarain y el sacerdote navarro Carmelo Erdozain. Ambos sellos tenían su sede en Madrid. Cabe reseñar que desde Ipar Euskal Herria la discográfica Agorila publicó unos cuantos discos dedicados a Lourdes y sus milagros.

Carmelo Erdozain es un sacerdote navarro (Oibar, 1939), músico y compositor. Comenzó a estudiar música con ocho años hasta finalizar la carrera de música con estudios de órgano y composición en el Conservatorio de Pablo Sarasate de Iruñea. Obtuvo la licenciatura y el Magisterio en música religiosa en Roma. A finales de los años sesenta optó por componer música popular litúrgica para el pueblo y los coros parroquiales. Es vicario parroquial y organista de la iglesia San Nicolás de Iruñea desde 1972. «Cristo el Mesías» (2008) es su último disco, ya en compacto, colabora Javier Iturralde. La edición se compone de un cedé con las canciones solo cantadas y en el otro las composiciones cantadas y sus correspondientes versiones instrumentales para montar el karaoke.

En 2009 publicó las partituras y textos de «15 nuevos cantos para la misa». En «Danos, Señor, tu pan» escribe: «Danos, Señor, tu paz. Tu paz es gracia, es esperanza. Tomad y comed de él, su pan es pascua. Tomad y bebed de él, su cáliz salva. Gracias, señor, por tu manjar, manjar de gracia que alegra el alma; manjar de la caridad que a todos sana; maná de la libertad, señal de alianza». Textos recurrentes a lo largo de la historia, vueltas y vueltas a lo mismo mientras la realidad arrasa con su hambre a buena parte de la población mundial, donde el 80 por ciento de la población posee mil veces menos que el otro 20 por ciento. Desde Chile, se anuncia un recopilatorio de 12 canciones con textos como: «Excelente para eventos de formación, retiros, devoción personal y más. Cada canto es una gema para la celebración eucarística o para escuchar la Palabra de Dios y meditarla en casa. Esta poderosa colección es muy útil para eventos de formación, retiros, momentos de devoción personal y actividades de catequesis».

En el portal de música cristiana (música.sanpablo.es) se presenta en el primer párrafo a Cesareo Gabarain de esta manera: «Posiblemente el compositor de música litúrgica en lengua española del siglo XX más cantado y conocido. El único artista de Iglesia que ha recibido un disco de oro. En España y América se le canta cada domingo. ¿Quién no conoce `Una espiga dorada por el sol', `Ven, ven, Señor' o `Juntos como hermanos'?»

Cesareo Gabarain Azurmendi nació en Hernani en 1936. El 19 de diciembre de 1959 fue ordenado sacerdote en Donostia. Amante del deporte, pronto se le conoció como el cura de los ciclistas, además poseía el título de entrenador de baloncesto, y era amigo de grandes futbolistas. Aunque comenzó a componer a partir de los 30, su repertorio roza las 500 canciones. Fue un incansable cultivador de la música religiosa al servicio de una liturgia renovada. En 1960 trabajó como capellán del Colegio de los Hnos. Maristas de Antzuola. Cuatro años más tarde sirvió como capellán de la Residencia de Mayores Zorroaga de Donostia. De 1966 a 1980 vivió en Madrid, para fallecer en Antzuola el 30 de abril de 1991 a la edad de 55 años. No obstante, a pesar de su juventud dejó escritas más de 500 canciones. Parte de su repertorio se ha pasado a compacto, nueve cedés que, en gran medida, recuperan las canciones ya incluidas en los viejos vinilos.

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