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Una muerte que llama a la lucha e insufla dignidad a la estrangulada grecia

Dimitris Christoulas no encontr� forma m�s digna de luchar contra el sentimiento de humillaci�n nacional y decadencia en la que los pol�ticos han hundido a Grecia que quitarse la vida. Su suicidio frente al Parlamento fue un acto p�blico de resistencia que conmocion� y encendi� la ira de los griegos. �No pudiste soportar que asesinaran la libertad, la democracia y la dignidad�, se lament� su �nica hija, Emmy.
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Mirari ISASI

El Gobierno de Tsolakoglou ha aniquilado toda posibilidad de supervivencia para m�, que se basaba en una pensi�n muy digna que yo hab�a pagado por mi cuenta, sin ninguna ayuda del Estado, durante 35 a�os. Y dado que mi avanzada edad no me permite reaccionar de otra forma (aunque si un compatriota griego cogiera un kalashnikov, yo le apoyar�a), no veo otra soluci�n que poner fin a mi vida de esta forma digna para no tener que terminar hurgando en los contenedores de basura para poder subsistir. Creo que los j�venes sin futuro coger�n alg�n d�a las armas y colgar�n boca abajo a los traidores de este pa�s en la plaza Syntagma, como los italianos hicieron con Mussolini en 1945�. Estas dram�ticas palabras son las �ltimas de Dimitris Christoulas, el farmac�utico jubilado de 77 a�os que el mi�rcoles se quit� la vida de un disparo en la cabeza ante el Parlamento griego, desesperado por las dificultades econ�micas a las que los dirigentes pol�ticos de su pa�s, asumiendo las directrices impuestas por la Uni�n Europea y el Fondo Monetario Internacional, le hab�an condenado despu�s de una larga vida laboral.

Tsolakoglou fue el primer ministro colaboracionista que gobern� Grecia durante la ocupaci�n nazi y al citarlo, Christoulas hac�a referencia al actual Ejecutivo de Lucas Papademos que gobierna al son que le marcan el poder financiero y los mercados y acepta el chantaje de Bruselas y el FMI de aplicar duros recortes a cambio de la concesi�n de los fondos de rescate para hacer frente al pago de los intereses de una deuda especulativa que, sin embargo, ha seguido creciendo.

Enfermo de c�ncer, casado y con una hija, Christoulas no quer�a ser un lastre fiscal para su familia despu�s de que el Gobierno recortara su pensi�n. Desde el comienzo de la aplicaci�n de las medidas de austeridad, el desempleo ha alcanzado el r�cord del 21% -el 50% entre los j�venes-, las jubilaciones han sido recortadas entre un 15% y un 20%, mientras que los precios han subido una media del 10% y los impuestos tambi�n han registrado un notable aumento.

Su suicidio conmocion� a la opini�n p�blica que, indignada, volvi� a tomar la emblem�tica plaza Syntagma, donde se reprodujeron los enfrentamientos de hace unos meses con la Polic�a, mientras el Gobierno y los principales partidos lloraban l�grimas de cocodrilo y ten�an incluso la desfachatez, ante una carta de despedida tan directa, de decir que no se conoc�an las circunstancias exactas que hab�an llevado a Christoulas a quitarse la vida, al tiempo que apelaban a que su muerte no se convirtiera en un debate nacional.

�Tumba� de la democracia

Su acto, consciente y p�blico, fue la forma que escogi� de rebelarse contra la pol�tica austeridad y recortes que ha llevado a la decadencia y la pobreza a Grecia, la cuna antes y, para algunos, la �tumba� hoy de la democracia por la codicia de unos pocos. Convertido en s�mbolo de los costos sociales de esa pol�tica, su acci�n irremediablemente recuerda a la que el 17 de diciembre de 2010 protagoniz� en T�nez el joven Mohamed Bouazizi, que se quem� a lo bonzo despu�s de que la Polic�a le quitara su �nico medio de subsistencia, y que fue la chispa que prendi� la llama de la Primavera �rabe que sigue ardiendo tras derribar varios reg�menes dictatoriales.

En los �ltimos a�os en Grecia los suicidios han aumentado hasta un 20%. El pa�s heleno ha pasado de tener la tasa m�s baja de Europa, con 2,8 casos por cada 100.000 habitantes, a encabezar ese triste r�nking en solo tres a�os. Pero aunque los suicidios se producen con una frecuencia demasiado elevada -esta misma semana se han producido al menos cinco intentos, uno de ellos con resultado de muerte-, el de Christoulas no es uno m�s. �l quiso que fuera un acto de protesta y una desesperada llamada de atenci�n, a la que los griegos respondieron con una indignaci�n pac�fica que dio paso a una ira que pretende que su muerte no caiga en el vac�o.

Sus compatriotas tienen claro que �no fue un suicidio sino un asesinato� inducido por el Gobierno responsable de los recortes y la desesperanza que se extiende entre los griegos, que se sienten estafados y preguntan qui�n ser� la pr�xima v�ctima, pero a quienes al mismo tiempo esta muerte les obliga a luchar porque en la resistencia ven la �nica respuesta. Por eso tambi�n advierten, como lo hicieron el s�bado durante la manifestaci�n que precedi� a su funeral y su traslado a Bulgaria para ser incinerado, de que ��Tomaremos las calles!�.

Centenares de personas, con rosas y claveles rojos en sus manos, acompa�aron a la familia y amigos de Dimitris Christoulas y se manifestaron despu�s en la plaza Syntagma. �Padre, no pudiste soportar que asesinaran la libertad, la democracia y la dignidad�, se lament� su �nica hija, Emmy, quien subray� que el suicidio de su padre fue un acto pol�tico consciente y coherente con lo que crey� e hizo toda su vida. �Has pagado con tu sacrificio. Ahora es nuestro futuro. Hoy somos tantos porque somos once millones y nuestro nombre es Resistencia�, agreg� en referencia a las �ltimas palabras de Christoulas.

Cada vez son m�s los ciudadanos que piden castigo para quienes han llevado a Grecia a la situaci�n en la que se encuentra y que se agravar�, sin duda, tras las elecciones legislativas previstas para el pr�ximo 29 de abril. En ellas, seg�n las �ltimas encuestas, los partidos peque�os contrarios a los duros recortes del gasto p�blico crecer�n a costa de las dos grandes formaciones, la derechista Nueva Democracia y la socialdem�crata PASOK, que apoyaron el rescate.

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