Campeonato de Parejas
Titín III ya puede pensar en la jubilación tranquilamente
La exhibición de Merino II termina con la imbatibilidad de Olaizola II-Beroiz y los riojanos son finalistas.
TITIN III-MERINO II 22
OLAIZOLA II-BEROIZ 20
Jon ORMAZABAL
Hablar de retiradas en puertas de una nueva final del Parejas parece incongruente, pero el eterno Titín III ya puede comenzar a pensar tranquilamente en su jubilación, ya que al margen de títulos y rendimientos, ayer comprobó in situ algo mucho más importante: que la continuidad de la pelota riojana en la élite está más que asegurada y que el inmenso hueco que ocupa en el corazón de su apasionada afición difícilmente estará mejor cubierto que por un David Merino que se doctoró ayer en el Ogeta gasteiztarra.
Dicen que los mitos necesitan de sus epopeyas y si la leyenda de Titín III pegó un notable estirón con aquella añorada final del Cuatro y Medio ante Retegi II en el 97, la imagen del zaguero de Villar de Torre, en el mismo Ogeta gasteiztarra, agarrándose unos gemelos que decían basta, mientras se defendía del asedio de Aimar-Beroiz con 21-20 en el marcador, puede marcar el comienzo de otra época.
Y es que esos achaques físicos no fueron sino la lógica factura del enorme partido que David Merino firmó en el posiblemente frontón más exigente para los zagueros, un Ogeta en el que muchos suelen quedar retratados. Todo lo contrario de lo que hizo el zaguero de Aspe, que hizo alarde de golpeo con ambas manos, capacidad de cubrir muchísma cancha y una habilidad de asumir el peso de la pareja en un choque tan trascendental impropia de sus 22 años.
¡¡¡Y pensar que hace poco más de seis meses estaba prácticamente volviendo a aprender a andar por culpa del extraño síndrome de Guillain-Barré!!!
La exhibición de David Merino hizo aún mejor un partido pleno de emoción y tensión, en el que ni siquiera importó que ninguno de los dos delanteros, especialmente Titín, estuviera tan brillante como acostumbra en su recinto fetiche.
El gancho del de Tricio no estuvo ayer tan mortífero, le faltó algo de velocidad, pero ¿quién se acuerda de eso ahora? El hasta ayer inalcanzable Aimar Olaizola también se humanizó en Gasteiz sin tanta clarividencia y perfección en la definición, y hasta Mikel Beroiz erró alguna pelota más de lo habitual, especialmente en la primera parte de un partido durísimo.
Pero a pesar, o precisamente por todo ello, el partido, con tantos dramáticos como el empate a 18, de 115 pelotazos y los cuatro pelotaris vaciándose durante más de cinco minutos, resultó vibrante.
Las alternativas fueron constantes en el marcador, hubo polémica por un par de estorbadas de Beroiz a David Merino, pelotazos salvados desde el rebote como el del uhartearra en el 14-16, tensión, errores de bulto fruto del cansancio y hasta defensas heroicas... En definitiva, un partidazo que terminó con mitos como la inaccesibilidad de Olaizola-Beroiz y el nacimiento de otros como el de Merino II.
Con su victoria ayer en el Ogeta gasteiztarra, Titín III-Merino II se aseguraron matemáticamente su pase a la final, al mismo tiempo que dejaron sin ningún tipo de opción a Berasaluze VIII-Albisu, a los que deberían enfrentarse en el intrascendente partido que dé carpetazo a la liguilla de semifinales.
Por contra, Olaizola II-Beroiz y Xala-Laskurain se jugarán todo a una carta en el partido que los enfrentará en el Bizkaia de Bilbo el próximo viernes por la noche, en un horario nada habitual para este tipo de encuentros.
Los intereses empresariales vuelven a estar detrás de esta decisión que volverá a generar debate. Sucede que la organización corresponde a Aspe y por tanto la retransmisión televisiva a ETB. El canal autonómico tiene programados sus partidos los viernes por la noche y los domingos por la tarde, pero en Aspe han apostado por llevar el choque al viernes, para que no coincida con el partido que el Athletic ya tiene programado ante el Mallorca el día 15 en San Mamés a las 18.00 horas y asegurarse de esta manera una mejor entrada al Bizkaia.
J.O.
Titín III jugará su sexta final del Parejas, tiene tres txapelas junto a Arretxe (1994), Lasa III (2000) y Goñi III (2004), mientras que será la primera para un David Merino que debutó el año pasado con Irujo en la competición, llegando a semifinales.