Eguzki propone cambios en la recogida de los residuos en Alde Zaharra de Donostia
El grupo ecologista critica la insalubridad y la mala imagen de las bolsas de basura en los portales, y advierte de que este barrio es el casco antiguo de las cuatro capitales de Hego Euskal Herria que menos recicla.
Oihane LARRETXEA | DONOSTIA
El marco incomparable con el que habitualmente se califica a Donostia no encaja con la imagen que a partir de las 19.00 suele ofrecer su Alde Zaharra, cuando los vecinos del barrio bajan las bolsas de basura a la calle, depositándola en el exterior de cada portal. Así lo percibe el grupo ecologista Eguzki, que ayer volvió a mostrar su preocupación por el sistema de recogida de residuos implantado en este núcleo urbano, cuando es, precisamente, uno de los mayores reclamos turísticos de la ciudad.
En este punto, no entiende cómo los representantes políticos que han podido evitar esta situación, critican ahora la suciedad del puerta a puerta, permitiendo en «su casa este ejemplo de falta de responsabilidad».
Además de las bolsas «tiradas por doquier, a merced de los animales y gamberros», Juan Mari Beldarrain, desde Eguzki, criticó el hecho de que no exista en esta zona ningún tipo de recogida selectiva domiciliaria. A este respecto, añadió que en la actualidad la Parte Vieja donostiarra es el casco antiguo de las cuatro capitales de Hego Euskal Herria que menos recicla y que menos posibilidades de reciclar ofrece.
Propuestas transitorias
Aprovechando el debate abierto en el territorio sobre los distintos sistemas de recogida de residuos, consideró que este puede ser un buen contexto para mejorar la situación del barrio.
Antes de dar paso a una batería de propuestas que harán llegar a los responsables municipales, ofreció una fotografía del barrio -concretamente del Casco Viejo, dejando de lado el Ensanche-, para entender el origen de las propuestas que calificó de «transitorias», «a la espera de que se pueda articular una recogida selectiva más eficaz y ambiciosa» que afecta a 6.500 vecinos.
Una de las principales preocupaciones, es que con la cantidad de bares y restaurantes que hay no se recoja «un solo gramo de materia orgánica para su aprovechamiento». La razón, a su juicio, es sencilla, y es que «no hay ningún sistema establecido para ello».
Advirtió, no obstante, que la falta de sistema de recogida selectiva no se refiere solamente a la materia orgánica. Según los cálculos de Eguzki, solo hay un 30% de los contenedores necesarios. En total hay cinco de vidrio, cuatro de envases, cuatro de papel y tres de pilas.
Tras estas pinceladas, reclamaron una recogida de la materia orgánica que generan los grandes y medianos productores a puerta como restaurantes, establecimientos que ofrecen comidas, sociedades, el mercado de La Bretxa o el comedor de la ikastola.
Además, acompañar esta medida con la instalación del quinto contenedor para los vecinos con la suficiente proximidad como para que no suponga un castigo su uso. Asimismo, propuso la posibilidad de que aquellos que participen en la recogida selectiva de la materia orgánica tengan una reducción del 25% en su tasa de basura que ronda los 116 euros anuales.
Solicitaron incrementar el número de contenedores de recogida selectiva hasta alcanzar la densidad media del resto de Donostia, 13 contenedores por fracción, y que su ubicación sea accesible. En caso contrario, proponen que los vecinos puedan adherirse a la recogida a puerta de papel y cartón, un servicio que se ofrece cinco días a la semana.
Desarrollar una campaña de concienciación entre vecinos, trabajadores y visitantes, y consensuar, horarios, días y lugares entre todos ellos, cierran la batería de propuestas que ahora esperan respuesta.
En Alde Zaharra existen 170 establecimientos que generan residuos de alimentos (restaurantes, bares, carnicerías, pescaderías...). Hay 18 sociedades gastronómicas y otros 86 establecimientos hosteleros.
La recogida selectiva de cartón y vidrio está restringida para la hostelería y el comercio. Esto hace, a juicio de Eguzki, que muchos vecinos vean más cómodo no reciclar, dejando la basura fuera del portal.