América Latina se plantó ante Estados Unidos y Canadá para exigir la presencia de Cuba en las Cumbres de las Américas y un respaldo firme al reclamo de Argentina sobre la soberanía de las islas Malvinas.

Ambos asuntos se trataron en la primera reunión de cancilleres y autoridades de los países que asisten a la VI Cumbre de las Américas en Cartagena de Indias y, aunque no se llegó a conclusiones, hubo un apoyo casi unánime tanto a Cuba como a Argentina, indicó el ministro de Exteriores de Venezuela, Nicolás Maduro.

El canciller argentino, Héctor Timerman, adelantó que han propuesto a la ministra de Exteriores colombiana, María Ángela Holguín, que «llame al presidente cubano (Raúl Castro) y lo invité a venir a Cartagena» para que asista a la primera reunión de jefes de Estado y de Gobierno, que se celebrará hoy. Timerman explicó que esa propuesta fue presentada por «varios países», pero aclaró que todavía no se había tomado ninguna decisión. Matizó que aunque «la mayoría debe decidir, no se debe imponer ni ignorar a nadie».

Maduro se expresó en forma más vehemente y acusó directamente a «Estados Unidos y al Gobierno de derechas de Canadá» de mantener «posiciones imperiales y retrógradas». Advirtió que si esos dos países «no rectifican, se acaban estas cumbres, porque no son democráticas». Recordó que tanto el respaldo a Argentina en la cuestión Malvinas como la participación de Cuba en «todos los foros» han sido respaldadas por la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe y la Unión de Naciones Suramericanas.

La canciller colombiana, país anfitrión, aprovechó la apertura de la reunión para hacer un llamamiento al diálogo y el consenso. «En esta cumbre debemos impedir que la falta de consenso en algunos asuntos impida proseguir en los grandes acuerdos trabajados durante meses, que sabemos podrán transformar la calidad de vida en el Hemisferio» manifestó.