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Uzkudun pide a quienes trabajaron con amianto que exijan la vigilancia de la salud

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Juanjo BASTERRA |

La utilización sin control ni prevención alguna del amianto décadas atrás es causante de «una epidemia de enfermedades cancerígenas y respiratorias», como explicó Jesús Uzkudun, responsable de Salud Laboral de CCOO de Euskadi, en una charla en Irun. En el encuentro, este experto en salud laboral pidió expresamente a quienes estuvieron en contacto con el amianto años atrás en sus puestos de trabajo que «soliciten la vigilancia sanitaria específica para la detección precoz de las enfermedades derivadas del mineral cancerígeno».

Uzkudun remarcó que los especialistas médicos de la Unión Europea reconocen que desde el año 2000 al 2035 fallecerán «alrededor de 250.000 personas por mesoteliomas, un tipo de cáncer fatal». Entre 250.000 y 400.000 personas más morirán «por cáncer de pulmón, de laringe o asbestosis» por la exposición en las empresas europeas. Como explicó el veterano sindicalista, «en la UE cada año fallecen 21.000 personas que inhalaron amianto décadas antes y en todo el mundo llegan a 110.000 muertes».

En este caso, explicó que «en el 10% de los cánceres de pulmón, aparecen restos de amianto, como se ha demostrado en un hospital catalán». Los datos oficiales de Osalan recuerdan que en los últimos años han fallecido 159 trabajadores por la contaminación a amianto. Solo desde 2008 la Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (Asviamie) lleva contabilizados 76 fallecidos. Por lo que parece que el número de fallecidos que recoge Osalan se queda corto. Aunque ese organismo oficial estima que las personas afectadas entre 2018 y 2023 ascenderían a 350.

Uzkudun es crítico, igual que otros sindicatos, con los registros oficiales que tiene Osalan de vigilancia específica. A su juicio, «los afectados hay que multiplicarlos por cinco o por diez, porque en los registros solo hay 5.754 personas. No debemos esperar que lo haga la empresa, porque no lo hace. Tenemos que tener en cuenta -explicó- que la enfermedad profesional no prescribe con la edad, por eso es necesario un reconocimiento profesional. Porque Osakidetza se encuentra en una posición pasiva y, por otro lado, debemos tener en cuenta que podemos estar afectados, incubando una enfermedad derivada del amianto, con una pequeña exposición que hayamos recibido».

El sindicalista de CCOO comentó en la charla en Irun que «las enfermedades derivadas del amianto son incurables, por lo que es muy importante la detección precoz».

Explicó que es necesario que se realice un inventario del amianto instalado en edificios y empresas, porque «está por todas partes, porque el amianto estuvo asociado a más de tres mil productos». Sin embargo, dijo que «la Administración pública está dejando pasar el tiempo sin hacer esta tarea que le corresponde para prevenir que el riesgo pase a la población».

A su juicio, todavía en el conjunto de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa «la prevención no es algo que está en las agendas de los organismos sanitarios públicos. Porque, quieran o no, anticiparse a que la enfermedad se extienda de forma irremediable permitirá una mejor calidad de vida».

Jesús Uzkudun también cuestionó la judicialización de los casos de afectados. Como expresó, hace décadas había «legislación, pobre pero existía». Sin embargo, las empresas no pusieron los medios adecuados para evitar el problema. En este sentido, repasó las fechas más destacadas sobre las «alertas al riesgo» que se sitúan a finales del siglo XIX, aunque en el Estado español se esperó hasta los años 40 para tener medidas genéricas. En Hego Euskal Herria más de 80 empresas importaron amianto entre los años sesenta y ochenta del siglo XX.

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