El Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) ha advertido a las autoridades de Mali designadas tras el golpe de Estado que toda intrusión y cualquier acción militar contra Azawad será considerada «una declaración de guerra y una flagrante violación del fin de las operaciones militares». El movimiento tuareg respondió así al nuevo presidente maliense, Traore Diancounda, quien tras ocupar el cargo prometió «una guerra sin cuartel a los que ocupan el norte de Mali».

En un comunicado, el MNLA recordó que su Ejército de Liberación Nacional no ocupa el norte de Mali, sino que se ha hecho cargo del territorio legítimo del pueblo de Azawad. Recordó a los azawenses y también a la llamada comunidad internacional, que tras la liberación de todo el territorio de Azawad ocupado por Mali, y en respuesta a la demanda de Consejo de Seguridad de la ONU, Estado francés, EEUU y Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), el MNLA declaró unilateralmente el fin de las operaciones militares para «impulsar el diálogo y la negociación política en interés de los estados de Mali y Azawad y de sus respectivos pueblos».

Por eso, este movimiento tuareg puso a todos ellos como testigos de que las declaraciones de hostilidad son responsabilidad exclusiva de las autoridades provisionales de Mali que llegaron para «llenar el vacío de poder tras el golpe de Estado dado por un simple capitán del Ejército».

El MNLA insistió en su disposición al diálogo con «las autoridades malienses legítimas, elegidas libremente por el pueblo de Mali y reconocidas por la comunidad internacional».

Sarkozy ofrece apoyo

El presidente francés, Nicolas Sarkozy, subrayó ayer que «hay que hacer todo lo posible para evitar que se constituya un Estado terrorista o islámico en el corazón del Sahel», en Azawad, y puntualizó que para conseguirlo París prestará su apoyo, aunque descartó una intervención militar liderada por el Estado francés alegando razones históricas, ya que fue la potencia colonial, por lo que dejó su liderazgo para la Unión Africana, la CEDEAO y la ONU. «Francia puede ayudar pero no puede ser un líder», afirmó.

Indicó que la declaración de independencia de Azawad y la presencia allí de grupos islamistas como Al-Qaeda en el Magreb Islámico es un motivo de preocupación, al tiempo que insistió en que las fronteras de Mali deben ser respetadas y en que «tenemos que trabajar con los tuareg para ver cómo pueden tener un mínimo de autonomía».