Empiezo a tener serias dudas de si el Sr. Guindos es ministro del Gobierno o representa en él a la oposición. También pudiera ocurrir que el Sr. Guindos esté encargado de anunciar catástrofes para que el Sr. Rajoy las reduzca seguidamente a la mitad, lo que siempre despierta gratitud en el ciudadano. En cualquier caso lo que parece el Sr. Guindos, y me refiero a su gesto adusto, es un actor catastrofista de la ópera china. De cierta manera se asemeja al Sr. Rubalcaba, pero uno en el papel de severo chino rico y el segundo en el papel de triste chino pobre.

¿Qué papel tiene realmente el ministro de Economía? ¿Es realmente el que facilita el gol al Sr. Rajoy? Cada cuatro o cinco días aparece ante los periodistas y hace el mismo vaticinio aunque con diferentes matizaciones. El contenido es el siguiente: «Habrán ustedes observado que este semestre ha aumentado el desempleo, pues bien, el semestre que viene será mucho peor». Es como si dijera: «Los próximos recortes afectarán al cocido, del que eliminaremos la sopa». Esto da pie a que hable el Sr. Rajoy para aclarar que la sopa permanecerá como hasta ahora, ya que solamente desaparecerán los garbanzos. Inmediatamente los españoles «populares»0 abren un debate en torno a una pregunta que formula «El Mundo» a sus foreros: «¿Prefiere usted quedarse sin sopa o sin garbanzos?». Bruselas interviene entonces y envía una comisión de la Sra. Merkel para preguntar que hay de lo suyo. Al día siguiente la Sra. Aguirre asegura que el cocido debe ser transferido al Gobierno central, ya que no puede haber un menú con diecisiete platos de caldo. Para aclarar las cosas el Sr. Rajoy reúne a sus barones y les invita a una mariscada constitucional. Se ganan días.