Obama busca mercados en la Cumbre de las Américas
El presidente de EEUU Barack Obama, acude a la VI Cumbre de las Américas, en Colombia, con el propósito de defender los tratados de libre comercio que abran los mercados latinoamericanos a las empresas estadounidenses. Así lo hizo en el foro empresarial previo a la cumbre donde la presidenta brasileña le advirtió de que las alianzas deben ser en pie de igualdad.
GARA | CARTAGENA
La VI Cumbre de las Américas comenzó en la ciudad colombiana de Cartagena con varios foros y encuentros previos. Entre ellos, el foro empresarial, que reunió desde el viernes a más de 700 empresarios, y en cuya clausura tomaron parte la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, el presidente de EEUU, Barack Obama y el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.
Obama aprovechó el foro para promover los tratados de libre comercio (TLC) tras el fracaso del ALCA, poniendo como ejemplo el tratado con Colombia.
Obama remarcó los «beneficios del libre comercio» entre los países del continente. Aseguró que el TLC entre EEUU y Colombia supone un «gana-gana» para ambos países, un asunto que precisamente abordará hoy en su reunión bilateral con Santos al término de la cumbre, ya que ese acuerdo aún no ha entrado en vigor.
Obama quiere aprovechar la cumbre para enfatizar precisamente la importancia de los vínculos comerciales y económicos. Según la Casa Blanca, el aumento de esos lazos dará un impulso al crecimiento en EEUU y creará empleos, en momentos en que la recuperación económica es uno de los asuntos que más preocupa al electorado de cara a los comicios de noviembre. Las exportaciones estadounidenses a Latinoamérica han crecido casi un 50% en los dos últimos años. Algo más del 40% de las exportaciones estadounidenses van a la región, donde EEUU es además el mayor inversor extranjero.
Antes de llegar a Cartagena, Obama dejó claras sus prioridades y su visión de Latinoamérica como un gran mercado, en una escala en Florida, en la que dijo a los empresarios estadounidenses que «millones de personas en Latinoamérica han abandonado la pobreza y pasado a la clase media, así que están en disposición de empezar a comprar productos estadounidenses».
Pero Dilma Rousseff le replicó que las alianzas entre Latinoamérica y EEUU deben ser en pie de igualdad, y defendió los procesos de integración regionales como Mercosur o el G20. «Alianzas entre iguales», remarcó Rousseff sobre la relación que debe primar frente a Washington, al recordar que «en el pasado las relaciones asimétricas entre norte y sur han sido responsables de procesos muy negativos». Ya en el discurso de apertura de la Cumbre el presidente colombiano puso sobre la mesa el problema de la ausencia de Cuba, vetado por EEUU y Canadá, y dijo que sería «inaceptable» una nueva cumbre sin cuba. «El aislamiento, la indiferencia, han demostrado su ineficacia. En el mundo de hoy este anacronismo no se justifica». Obama también lo vio como un anacronismo «de la guerra fría» pero el veto complicó la reunión para dejar listos los documentos de la cumbre hasta el punto de que, según países como Argentina, Uruguay y Venezuela, no habrá declaración final.
La despenalización de la droga como estrategia para combatir el narcotráfico desembarcó en la Cumbre como un tema de discusión pero no como una propuesta, dada la falta de consenso entre los países participantes. Los miembros del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) -Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana- desestimaron en una reunión previa proponer la idea de la legalización, como sugiere el presidente de Guatemala, Otto Pérez Molina. Pérez aseguró que no se siente aislado en su propuesta y se contentó con que al menos se «haya tocado». El presidente de EEUU, Barack Obama, ya adelantó que «la legalización no es la solución». GARA