No es tiempo para esperar a que suene la flauta
Natxo MATXIN
Cierto. No fue el bochorno de Vallecas, pero no acabo de entender cómo un equipo que ya ha dejado atrás los fantasmas del descenso, con los que ha convivido varias campañas atrás, no arriesga más en la búsqueda de la guinda del pastel. ¿Tiene algo que perder por caer honrosamente en la búsqueda de los tres puntos? Ningún aficionado va a reprochar nada a los jugadores si ven que estos saltan al campo dispuestos a llevarse el partido.
Y no a verlas venir. Que es lo que hizo ayer Osasuna. Algunas veces suena la flauta, pero esa música no es eterna. Hay que soplar de vez en cuando para que las notas fluyan. Resulta difícil de creer que este equipo de las dos caras -la aguerrida de El Sadar y la timorata de sus desplazamientos- pueda hacerse con una plaza europea. Si no tienen claro su nuevo objetivo, otro rival más descarado ocupará su lugar. No siempre van a fallar. Como la flauta.