En nuestra cultura, el número «1» tiene el significado de victoria o triunfo, pero en otras civilizaciones, como en la china, existe otra cifra que es considerada de buena fortuna. Se trata del «8», ya que en el idioma mandarín ese número suena ba, muy parecido a como se pronuncia «enriquecimiento», «prosperidad» o «fortuna».

Nada más pisar la pista de Shanghai el viernes, Nico Rosberg fue bendecido por ese dígito. Su monoplaza, el Mercedes W03, lleva el número «8» y la pole lograda el sábado en la clasificación solo fue el primer paso para lo que alcanzaría después en la carrera: su primer triunfo en la Fórmula Uno en su Gran Premio número 111.

No solo eso. El piloto alemán otorgó a la escudería de su país la primera victoria desde que en 1955 el quíntuple campeón mundial argentino Juan Manuel Fangio se impusiese en Monza.

A sus 26 años, el piloto nacido en Wiesbaden ya puede presumir junto a su padre, Keke Rosberg -ganador del Mundial de 1982 para Finlandia y que en su palmarés presenta cinco victorias y otras tantas poles-, de haberse estrenado en la máxima categoría automovilística.

Lo cierto es que Rosberg apenas tuvo problemas para llevar su monoplaza en primera posición hasta la línea de meta. Después de realizar una excelente salida, dominó la carrera a placer. Y más cuando su compañero y compatriota Michael Schumacher, siete veces campeón del mundo, abandonaba a causa de una mala instalación de uno de sus neumáticos tras el primer paso por la calle de talleres.

El Káiser era segundo en ese momento, y en la misma salida tuvo que rodar en un puño junto a Jenson Button, el finés Kimi Raikkonen, Lewis Hamilton y el mexicano Sergio Checo Pérez.

Lucha entre Hamilton y Kimi

En la vuelta 11 se produjo el siguiente punto caliente de la carrera, cuando Raikkonen y Hamilton entraban a boxes a hacer la primera parada. Los mecánicos del inglés eran más rápidos en la maniobra y el piloto de McLaren salía por delante del finés, aunque muy pegados, hasta el punto de ir a la par por la calle que llevaba de nuevo a pista. Nada más entrar en ella, Iceman se cruzó con otro rival, el australiano Mark Webber. Ambos casi se tocaron, pero el aussie le ganó la posición.

Por delante, Rosberg dominaba «su» carrera sin sufrir por detrás los ataques de los rivales. Button fue el único que le pudo arrebatar la primera plaza. Sin embargo, el ganador de la primera carrera del año perdió toda opción al triunfo en la última parada en boxes, que se prolongó durante casi diez segundos.

Más emoción se vivió en la pelea por el tercer puesto. Vettel, muy perjudicado por el desgaste de sus gomas, tuvo que claudicar ante Hamilton primero y Webber después. El pequeño káiser no tuvo la suerte de otros años. El germano llevaba el número «1» en su monoplaza, y no el «8» de la buena suerte.