Homenaje en Eibar a la lucha contra el fascismo
Coincidiendo con la conmemoración del la proclamación de la II República española, Ahaztuak desarrolló ayer un acto en Eibar en el que honró la memoria de las víctimas que provocó el régimen fascista. Por su parte, el delegado español en la CAV intentó abrir una nueva polémica.
GARA | DONOSTIA
Ahaztuak 1936-1977 prolongó ayer los actos conmemorativos que distintos colectivos políticos y sociales llevan a cabo cada año con motivo del Día de la II República, en recuerdo de su proclamación, el 14 de abril de 1931. A cobijo de la lluvia, en los soportales de la casa consistorial, se llevó a cabo un «homenaje a la voluntad popular expresada en el izamiento de la bandera republicana».
Los organizadores del acto quisieron reivindicar «aquella II República que tanto potencialidad de libertad encerraba en su seno y que suponía en todo el Estado una gran bocanada de aire fresco tras décadas y décadas de oscurantismo y reaccionarismo en tantos sentidos: político, económico, social, cultural...». Al mismo tiempo, señalaron que «no podemos olvidar que aquella esperanza sería arrasada a sangre y fuego a partir del golpe de estado del 18 de julio de 1936». Por ello, recordaron a «todas y todos los que se enfrentaron a aquel golpe y combatieron durante cuarenta años de la forma en que consideraron oportuna al régimen dictatorial surgido del mismo».
También manifestaron que hacían «esa reivindicación de la memoria democrática y antifascista de Euskal Herria» desde «la solidaridad con todos los pueblos del Estado español y con sus ciudadanas y ciudadanos que la sienten y la defienden al igual que nosotros».
Izada en Donostia
La nota polémica sobre la conmemoración de la II República llegó ayer por parte de Carlos Urquijo, delegado del Gobierno español en la CAV, quien una vez más puso en la diana al equipo de gobierno del Ayuntamiento de Donostia.
Urquijo, según indicó Efe, estudia la adopción de «medidas legales» por haber hecho ondear el sábado la bandera tricolor junto a la ikurriña en la balconada de la casa consistorial. Desde la Delegación del Gobierno español dijeron observar en este hecho «un nuevo episodio del desprecio de la legalidad que practica Bildu» e, incluso, llegaron a acusar a la coalición de izquierdas de «buscar la confrontación y tensionar la convivencia de la sociedad guipuzcoana».
El sábado, fuentes municipales precisaron que se ha seguido el mismo protocolo que en otras ocasiones, cuando se han colocado en el ayuntamiento donostiarra, por ejemplo, las banderas del Tíbet, Palestina o Sahara «como gestos de solidaridad con otros pueblos». Hasta el momento, no se tiene noticia de que Urquijo hubiera tomado esas manifestaciones de solidaridad como «desprecio de la legalidad».