En apenas cuarenta y ocho horas se han caído varios visillos que impedían ver la realidad y ha quedado demostrado que tanto el rey como el gobierno español estaban desnudos. Que presumían de ricas prendas y abalorios, pero andaban desnudos de ética, estética y recorrido político. A golpe de tiros unos y a golpes de impericia y nerviosismo los otros, se han aparecido en los medios como peleles, como superfluos, como incapaces de sostener una representatividad, robada y heredada, por uno y arrebatada en las urnas a base de carroñerismo político los otros. Irresponsables totales.

Lo cierto es que los informativos vuelven a ser espectáculos de mucha incertidumbre y que a cada hora que pasa, el deterioro de todo este entramado se manifiesta de manera fascinante. Van a tener que meter muchos goles Cristiano Ronaldo y Messi, para que la inmensa mayoría de la ciudadanía del mundo se fije en ellos, porque lo sucedido en Buenos Aires, forma parte de los grandes momentos de la política como mercado persa de intereses económicos. Que al gobierno de Rajoy le preocupen tanto los accionistas de esa petrolera y tan poco los ciudadanos que les pagan el sueldo es un síntoma de su servilismo a las grandes multinacionales y que no tienen apenas un ideal que defender que no pase por un consejo de administración.

Según los cabecillas del tercio de la TDT, el gobierno argentino está formado por montoneros y descerebrados, y la presidenta ha secuestrado al país. Las barbaridades que sueltan por su boca es la prueba de que no se creyeron que reclamase su soberanía sobre los recursos propios. Se rieron a la cara de una presidenta que tiene vocación de mito. Los titubeos de un ministro escoba, que salió en un bosque amenazando y que dio una rueda de prensa con nocturnidad para repetir la única frase que se sabía de memoria once veces para casi llorando asegurar que «había llegado a un pacto de palabra» dan pena. Vaya, vaya. ¿Hablaban como ministros o como jugadores de mus? Por cierto, si Repsol es tan española como para que la defienda el gobierno, ¿por qué no bajan el precio de los carburantes para aliviar al personal? Desnudos. Y señalados. Vergonzoso.