Herrira continúa sumando apoyos y desplegándose por los siete herrialdes. Como ejemplo, ayer martes el Campus Universitario de Araba acogió la creación de un nuevo colectivo dispuesto a trabajar en la defensa de los represaliados políticos vascos, que continúan dispersados fuera de Euskal Herria y afrontan la aplicación de medidas excepcionales como las destinadas a prolongar su estancia en prisión.

La puesta en marcha del nuevo colectivo, escenificada en el Salón de Grados de la Facultad de Letras, estuvo presidida por Amaia Esnal (Herrira Euskal Herria), Ane Zelaia (Herrira Gasteiz) y Nagore López de Luzuriaga, sobrina de la presa política aguraindarra Gotzone López de Luzuriaga, en prisión prolongada pese a padecer una grave enfermedad. Tres mujeres con tres puntos de vista y testimonios concretos.

Esnal fue la primera en tomar la palabra ante el medio centenar de jóvenes presentes en la sala. Durante su intervención, la representante de Herrira recordó la situación que afrontan los presos y sus familiares y advirtió que la futura resolución del citado conflicto pasa derogar las medidas de excepción penitenciaria diseñadas por los ejecutivos de Madrid y París.

A este respecto, Esnal cargó contra la doctrina del Tribunal Supremo (TS) español, amparada hace unas semanas por el Tribunal Constitucional (TC) y defendida ayer mismo por el ministro de Justicia español, Alberto Ruiz Gallardón [más información en la página 11], con las alusiones a una nueva fórmula «revisable».

Además, siguiendo el ejemplo vivido en el Norte de Irlanda, la portavoz de Herrira apostó por la participación de los represaliados en la resolución del conflicto. A su parecer, la implicación de los presos en el proceso, así como la toma en consideración de sus derechos por parte de las autoridades españolas y francesas, serviría claramente «para dar un empujón» al proceso de resolución.

En cuanto al debate sobre la cuestión de la amnistía, Esnal criticó el sentido jurídico otorgado por las autoridades al citado término y explicó que la misma debe ser comprendida como un punto y final al conflicto, donde se incluyan las posiciones políticas democráticas defendidas por los agentes independentistas.

Hasta que ese «día de la victoria» no se haga realidad, Esnal se mostró partidaria de continuar la lucha por los derechos de los presos políticos vascos. «Teniendo como norte la amnistía», destacó la necesidad de poner fin a la doctrina del Supremo y manifestó el deseo de poder ver «en casa» a todos los represaliados.

La lucha por los derechos de los presos se convierte en una carrera contrarreloj cuando se habla de los presos políticos gravemente enfermos. Dentro de ese colectivo, formado ahora por catorce personas, se encuentra Gotzone López de Luzuriaga, encerrada tras los muros de Martutene pese a padecer un cáncer de pecho desde hace ya cinco años.

Su sobrina, Nagore, dio ayer cuenta de la situación de Gotzone ante los presentes en el Salón de Grados. Tal como recordó, el estado de salud de su tía no ha impedido que el Gobierno español haya decidido rechazar su recurso y avalar la aplicación de la doctrina del TS, pro- longando su estancia en prisión durante nueve años más.

Jornadas solidarias

Para poner fin a este tipo de situaciones, Herrira ha organizado una semana solidaria en el Campus Universitario de Araba. Una cita de tres días, presentada por Ane Zelaia, que estará marcada por la rueda de prensa nacional sobre educación convocada para mañana en la Facultad de Letras de Gasteiz.

Asimismo, durante las próximas horas un grupo de estudiantes partirá desde el Aulario de la capital alavesa hacia la cumbre de Olarizu. Según explicó Zelaia, la marcha, convocada en apoyo a los estudiantes encarcelados, finalizará con juegos en la cima de la montaña.