Saratxaga aboga por un sistema fiscal que revierta en la sociedad
La cuarta ponencia sobre la reforma del Impuesto de Sociedades, celebrada ayer en las Juntas Generales de Gipuzkoa, recogió un punto de vista del que poco se había oído hablar hasta ahora. Koldo Saratxaga, sin centrarse en tasas o porcentajes, propuso un cambio estructural que debe dirigirse a un modelo basado en la sostenibilidad y el reparto de la riqueza.Iraia OIARZABAL | DONOSTIA
«Cambiar es difícil, seguir igual es suicida», así concluyó ayer Koldo Saratxaga, miembro de la asociación Gizarte Berria Eraikitzen, su comparecencia en la ponencia sobre la reforma del Impuesto de Sociedades. Saratxaga no habló de números ni de tipos, pero no por eso dejó de captar la atención de los presentes. Incidió en la necesidad de cambiar el actual modelo económico y dirigirlo hacia un modelo mucho más equitativo.
Aunque también se refirió al Impuesto de Sociedades en concreto, primeramente dirigió su interés al origen de la actual crisis, que a su parecer, ha sido generada por «décadas de globalización, de crecimiento en pos de un beneficio a corto plazo».
Afirmó que en estos tiempos de crisis poco ha cambiado la mentalidad de la sociedad, «ganamos menos pero queremos seguir teniendo lo que teníamos antes», señaló. Por ello, recalcó que es necesario cambiar y construir otro modelo basado en principios sociales como la solidaridad y la equidad.
En este punto entra en juego la fiscalidad y Saratxaga habló claro sobre ello: «El que más gana, más aporta a la sociedad», es decir, que sea el que más riqueza tenga el que más pague. Para alcanzar este objetivo, consideró fundamental el papel de las instituciones, a las que hizo un llamamiento a hablar claro, ser transparentes y concretar sus objetivos.
Revertir en la sociedad
Una de las claves para combatir las desigualdades en todas sus manifestaciones es para Saratxaga la generación de capital social a través de un sistema sostenible social y medioambientalmente.
En el ámbito empresarial, explicó que existe un tipo de empresas que son beneficiosas para la sociedad y a largo plazo, empresas que generan riqueza desde un punto de vista del bien común, esto es, más centrado en el desarrollo que en el crecimiento. Se trata de proyectos transparentes basados en las personas y que realizan una clara aportación a la sociedad.
«El sistema fiscal y el Impuesto de Sociedades en particular, debieran favorecer a este tipo de empresas», sentenció Saratxaga. De este modo, quedaría garantizado un principio fundamental en su opinión, que los impuestos reviertan en la sociedad.
Los empresarios piden
José Miguel Ayerza (Adegi), Jabier Goienetxea (Confecoop) y Endika Sánchez Agirre (Cámara de Comercio de Gipuzkoa) fueron los otros tres ponentes de la sesión, que coincidieron en la necesidad de un tributo armonizado. Goienetxea y Sánchez Agirre concluyeron que están abiertos a escuchar propuestas aunque se mostraron más favorables a dejar el tributo como está. Ayerza por su parte, propuso varios cambios aunque la mayoría de ellos caminan en dirección contraria a los propuestos por Hacienda. Propuso por ejemplo reducir el tipo general del impuesto o una exención de dos años para las empresas de nueva creación.