La Federación de Cofradías de Pescadores de Gipuzkoa ha tomado la decisión de vender el 70% de la de la cuota de atún rojo que tiene asignada para la campaña 2012 a una empresa privada, así como de pescar el 30% restante para evitar que se produzca un desabastecimiento de los mercados.

Además, muestra su confianza en que las 130 toneladas de atún que les corresponden tras esta decisión adquieran un precio superior al de años anteriores y que puedan subastar en los próximos toda su pesca en lonja.

A través de un comunicado, la Federación explica que la flota de bajura guipuzcoana ha recibido varias propuestas para la venta integral de la cuota de pesca que les corresponde. Aunque, no es la primera vez que esto ocurre, ya que desde hace años se vienen recibiendo propuestas similares, hasta ahora siempre se habían negado.

En ese sentido, subraya que este año existen circunstancias que hacen que la situación sea diferente como son los precios «muy bajos» en lonja que, unido a «la escasa cuota» asignada por el Gobierno español desde el año 2008 a la flota vasca, hace que sea una pesquería de «escasa rentabilidad».

Asimismo, en su nota las Cofradías de Gipuzkoa apuntan que los costes del gasoil en «continuo crecimiento» no se reflejan en un aumento del precio del pescado en lonja, «reduciendo así el margen de beneficio del arrantzale». En este sentido, señalan que disponen de una oferta de compra de la cuota «superior a los precios de lonja».

«Desde un punto de vista económico, es difícil rechazar una propuesta que aportará mucha tranquilidad al sector pesquero primario para afrontar las próximas campañas de anchoa y bonito del norte», destacan los arrantzales guipuzcoanos.

Abastecer a los consumidores

Estas razones son las que les han llevado a tomar la decisión de pescar un 30% de la cuota que les corresponde para evitar «un desabastecimiento de los mercados y garantizar al consumidor atún de nuestros barcos» y vender el 70% restante de la cantidad asignada.

Además, la Federación se muestra esperanzada en que las 130 toneladas de atún que han decidido no vender, «siendo conscientes de que ingresaremos una cantidad menor por él», adquieran en lonja un precio superior al de las anteriores campañas y puedan subastar en los próximos toda su pesca en lonja.