Le Pen apela al voto útil para no quedar fuera de la segunda vuelta
La candidata ultraderechista a la Presidencia francesa, Marine Le Pen, protagonizó ayer el mayor mitin de su campaña, al que acudieron unas 6.000 personas en París, en el que llamó al voto útil que le permita pasar a la segunda vuelta, aunque las encuestas sobre intención de voto auguran incluso la posibilidad de que quede relegada del tercer puesto por el aspirante del Frente de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon.
GARA | PARÍS
La candidata del Frente Nacional, Marine Le Pen, apela al voto útil para poder disputar la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, como ya lo hiciera en 2002 su padre, Jean-Marie Le Pen, tras superar en votos al aspirante del PS, Lionel Jospin. Un objetivo que los sondeos le auguran muy complicado, pero que Le Pen considera posible porque hay «una mayoría silenciosa» que, a su juicio, sorprenderá a los responsables de las encuestas.
Marine Le Pen habló ante la mirada de su padre, fundador del Frente Nacional (FN), y en su única intervención de campaña en la capital francesa, a cinco días de la primera vuelta electoral del próximo domingo.
La presidenta del FN se definió como «la candidata de la soberanía del pueblo francés, la única que defiende a los ciudadanos» frente a los «ataques de la globalización» y de la Unión Europea, a la que acusó de ser la responsable de la mayor parte de los males que sufre su país.
En un encendido discurso, muy aplaudido por el público, Le Pen pidió el voto de los «defraudados» por la política llevada a cabo en los últimos cinco años por Nicolas Sarkozy, contra quien no ahorró ataques.
«Votar a Sarkozy no sirve de nada porque no ha hecho nada», dijo Le Pen en un llamamiento a los electores del presidente saliente y candidato a la reelección, una posibilidad que la líder ultraderechista descarta por completo.
Pero también se dirigió a los abstencionistas, una cuarta parte de la población, según los sondeos, a quienes pidió «que no se resignen por una campaña aburrida» y se hagan «las preguntas que importan para el futuro», informó Efe.
Le Pen afirmó que ella es «la única que ha tratado en la campaña los asuntos importantes» y atacó al resto de candidatos.
Al socialista François Hollande, favorito de las encuestas para ganar la segunda vuelta del 6 de mayo, le reprochó preconizar la misma política que Sarkozy, «que aplasta a las clases medias». «Los dos tienen la misma sumisión a los ricos y a los poderosos», subrayó.
Frente a esas políticas, Le Pen aseguró que con su victoria «nada será como antes» y avisó: «Aristócratas del poder, el pueblo se invita a vuestra mesa para recuperar lo que es suyo».
Patriotismo e identidad
En un discurso desierto de propuestas y plagado de críticas, apostó por el patriotismo económico y social, por dar prioridad a la producción nacional frente a las importaciones y por proteger la identidad francesa frente a la inmigración.
A cinco días de la primera vuelta electoral, Le Pen trató así de relanzar su campaña.
Según un sondeo publicado ayer por el periódico «Le Monde», obtendrá el 15,5 % de los votos, lejos del 27 % que la misma encuesta da a Hollande y Sarkozy, que se jugarían la Presidencia en la segunda ronda.
El candidato del PS mantiene la ventaja en la elección decisiva con el 56 % de la intención de voto.
Hollande participó en un mitin en Lille, al norte del país, donde propuso que su apuesta por la juventud no sea una iniciativa francesa, sino europea.
El aspirante socialista recibió el apoyo de una ex secretaria de Estado de Sarkozy, Fadela Amara, y de la ecologista Corine Le Page, próxima al centrista François Bayrou.
Sarkozy, que no logra remontar en los sondeos sobre la segunda vuelta, se centra en tratar de ganar la primera, para lo que pidió los votos al electorado del Frente Nacional.
«El voto a Le Pen no dará ninguna respuesta a los sufrimientos de los ciudadanos», aseguró.
El expresidente Jacques Chirac desmintió a través de sus colaboradores un rumor que había provocado un terremoto en la derecha francesa, según el cual el domingo tenía previsto votar por el candidato del PS, François Hollande.
Nicolas Sarkozy, que no consigue remontar en las encuestas sobre la segunda vuelta y quiere centrarse en la primera, trata de conquistar al electorado del Frente Nacional al asegurar que votar a Le Pen no dará respuesta a los problemas de los franceses.