BAYERN MÚNICH 2

REAL MADRID 1

El Bayern de Múnich afrontará con un gol de ventaja el partido de vuelta de la semifinal que le enfrentará al Real Madrid el próximo miércoles en el Santigo Bernabéu. Un gol de Mario Gómez en el último minuto del tiempo reglamentario dio la victoria a los de Jupp Heynckes, justo cuando ambos equipos daban ya por bueno el empate.

No hubo grandes sorpresas en los onces iniciales. Heinckes optaba por Schweinsteiger, al que se le vio poco rodado, en la medular en detrimento de Muller, se supone que para dar más equilibrio y presencia a su centro del campo. Mientras tanto, Mourinho colocaba de nuevo a Coentrao como titular en el lateral zurdo, para neutralizar las internadas de Robben y dejando a Marcelo en el banquillo.

El Real Madrid comenzó muy entonado el partido. Recuperando bien el balón y con rápidas transiciones defensa-ataque, los blancos incomodaron mucho el juego alemán y suya fue la primera ocasión clara del partido. Un balón robado por Khedira, lo cedía Xabi Alonso al primer toque a Ozil para que el germano metiera un gran pase en profundidad a Benzema. El derechazo del francés lo repelía a córner Manuel Neuer.

Pero si el Real Madrid tiene pólvora arriba, el Bayern tampoco se queda corto, y lo demostró poco después, en una excelente jugada de Ribery que cayó dentro del área tras una entrada de Sergio Ramos. Los locales pidieron penalti, en la primera de las muchas jugadas polémicas que dejó el choque, pero el colegiado Howard Webb no quiso saber nada del asunto.

Pero lo que en el minuto 14 fue un susto para los merengues, dos minutos después se convirtió en castigo real. Ribery aprovechaba un mal despeje de Sergio Ramos para empalmar un gran derechazo que se colaba en la portería de Iker Casillas. Aquí también se pidió una posible mano de Badstuber y un fuera de juego de Boateng, pero el tanto del extremo galo acabó subiendo al marcador.

Ese gol hizo variar la tendencia, y el Bayern comenzó a dominar claramente a un Madrid muy tocado cuyo único recurso era colgar balones a un Benzema muy implicado. De hecho, Schweinsteiger pudo ampliar la diferencia a la media hora de juego con un gran lanzamiento desde fuera del área que no encontró puerta. Ya al filo del descanso, fueron el propio Benzema y Mario Gómez los que obligaron a lucirse a Neuer y Casillas, dos de los mejores porteros europeos del momento.

La jugada más loca

No parecía que el panorama fuera a cambiar demasiado en la segunda mitad, pero el Real Madrid se las ingenió para igualar el partido en una jugada loca tras un buen contragolpe. Benzema habilitó a Cristiano Ronaldo, que falló un gol cantado, pero los defensores del Bayern no acertaron a despejar el balón, que volvió a las piernas de CR9, quien centró para que Ozil rematara a placer en boca de gol.

A partir de ese momento, y dando por bueno el empate, los blancos fueron reculando poco a poco ante un Bayern que quería pero apenas podía. Fue Mario Gómez el que más lo intentó, con varios remates de cabeza y, sobre todo, un balón suelto en el área que mandó a las nubes en el minuto 70 de partido.

Pero el que la sigue la consigue, y el delantero del Bayern logró su tanto, el decimosegundo que marca en la competición, en el minuto 89. El ariete remataba con la pierna de apoyo y casi sin darse cuenta un centro de Lahm tras excelente jugada personal del lateral, que dejó sentado a Coentrao. El Allianz Arena, que albergará la final el 19 de mayo, explotaba de felicidad viendo que la final de casa está un poco más cerca.