En la actualidad, buena parte de las mayores apuestas televisivas cobran forma a través de las múltiples teleseries producidas por las cadenas de televisión por cable estadounidenses. Su formato, lindante al medio cinematográfico, y el nutrido grupo de técnicos, cineastas, guionistas y actores que participan en ellos, dotan a estos proyectos de un plus de calidad y un empaque visual que seducen a un espectador siempre ávido de nuevas emociones. De entre este filón catódico destaca un nombre propio: J.J. Abrams, un actor y productor que ha sabido ganarse el interés del público gracias a propuestas tan aclamadas como «Alias» o «Perdidos». Gracias al gran éxito obtenido, Abrams ha conseguido que el término «creador» vaya más allá del mero hecho de producir teleseries.

El gran primer éxito de Abrams -ayudado en la producción por Matt Reeves- fue la teleserie «Felicity», en la cual se relataba el recorrido vital, emocional y estudiantil de una adolescente interpretada por la actriz Keri Russell.

«Alias» fue la primera gran apuesta en solitario de Abrams en la cadena ABC y durante cinco temporadas, los espectadores fueron fieles a las misiones protagonizadas por una singular agente especial de la CIA a la que prestó su físico Jennifer Garner. Unas tramas bien engarzadas, una puesta visual impactante y un reparto que se amoldaba a la perfección a los personajes, cimentaron el sello particular de un Abrams que, desde entonces, ha sido fiel a un estilo y a su equipo habitual de colaboradores.

Fruto de esta comunión fue uno de los mayores éxitos de la televisión moderna, «Perdidos». Desde su primera emisión en el año 2004, esta teleserie marcó un antes y un después en este tipo de producciones y generó un fenómeno global que derivó en un fanatismo que tuvo su reflejo en infinidad de webs, foros y comunidades en las que se hablaba sobre todo lo que acontecía en ella. Tildado de gurú catódico, Abrams ha sido saludado como una especie de Spielberg en su variante televisiva pero, a pesar del gran éxito logrado con «Perdidos», este creador que también ha contado con el beneplácito de los espectadores cinematográficos gracias, sobre todo, a su última película («Super 8»), también ha besado la lona en sus posteriores apuestas. «What About Brian» (2006-2007), «Six Degrees» (2006-2008) y «Anatomy of Hope» (2008) no lograron cautivar a los telespectadores y cayeron en el olvido progresivamente. «Fringe» fue saludada por la crítica como una excelente propuesta, pero el público no respondió de igual manera y realizaciones como «Undercovers» o la más reciente «Alcatraz» han generado dudas razonables relacionadas con el agotado caudal creativo de un Abrams que goza actualmente de cierto crédito gracias a los índices de audiencia obtenidos por «Person of Interest».