elecciones presidenciales en el estado francés
Solo la abstención podría echar por tierra el duelo Hollande-Sarkozy
Cerca de 45 millones de franceses están convocados hoy a las urnas en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, a las que concurren diez candidatos, entre ellos, el actual presidente, Nicolas Sarkozy, y el favorito de los sondeos, François Hollande. Ambos deberían lograr hoy resultados que les permitan tomar parte en la segunda vuelta el próximo 6 de mayo, pero la gran tasa de abstención prevista deja la puerta abierta a las sorpresas.
GARA | PARIS
Ayer regía el silencio electoral que impide cualquier acto proselitista, pero los electores de los llamados territorios franceses de ultramar y del continente americano empezaron ya a emitir sus votos en las urnas.
El pistoletazo de salida de esta primera vuelta lo dieron los ciudadanos de San Pierre y Miquelon, a los que siguieron los de la Guyana francesa, Guadalupe, Martinica, San Bartolomé, San Martín y la Polinesia francesa (unos 900.000 electores) y los franceses del continente americano, desde Quebec a Brasil. Esa medida está dirigida a evitar que, debido a los diferentes husos horarios, dichos electores voten cuando ya son conocidos los resultados de la elección.
Las encuestas auguran un duelo final entre el socialdemócrata Hollande y el presidente Sarkozy, candidato de la derecha, con una clara ventaja para el primero. Les seguirían la candidata de la extrema derecha Marine Le Pen, el del Frente de Izquierda Jean-Luc Mélenchon y el centrista François Bayrou.
La abstención, por la que podrían estar tentados un cuarto de los electores, es el gran interrogante de estos comicios, al cabo de una campaña marcada por la crisis económica, un desempleo récord y las dudas y debates sobre el futuro de la Eurozona. Según una encuesta del instituto OpinionWay, podría alcanzar el 26% -fue del 16% en la primera vuelta de las elecciones presidenciales de 2007-. Hay que tener en cuenta que la campaña no ha apasionado a casi nadie y que la primera vuelta se lleva a cabo mientras muchos franceses están de vacaciones.
La abstención récord en primera vuelta se produjo en 2002, con una tasa del 28,40%. Gracias a ello la extrema derecha dio la sorpresa al clasificarse para la segunda vuelta. El caldo de cultivo de la abstención «es la desconfianza generalizada» por la «incapacidad de los gobiernos para solucionar el problema del desempleo», lo que es percibido como un «signo de la impotencia de los políticos», estima el politólogo Brice Teinturier, del instituto TNS Sofres. Para los electores, «la credibilidad es un elemento absolutamente esencial», agrega Teinturier.
Según Emmanuel Rivière, de TNS Sofres, tradicionalmente la abstención beneficia a la derecha, porque sobre todo aleja de las urnas a jóvenes izquierdistas y a trabajadores. Puede que hoy se confirme esta tendencia, sostiene Rivière.
Según OpinionWay, uno de cada cuatro votantes todavía no había decidido qué votar hoy a falta de pocos días para la cita. En 2007, el 22% de los votantes había dudado hasta el último momento. Los dos favoritos esperan lograr apoyos entre los indecisos que en principio no están entre sus seguidores, por lo que han pedido el «voto útil». Los institutos de opinión indican que el votante de la extrema derecha lo tiene mucho más claro que el de izquierda.
El antisarkozysmo
El antisarkozysmo podría resultar clave en estos comicios. Nunca un presidente francés había sido tan impopular durante tanto tiempo. De acuerdo con diversas encuestas, Sarkozy es para muchos electores el «presidente de los ricos».
Este rechazo se ha hecho patente en su propio partido. «Estos comicios son una expresión del rechazo profundo a Nicolas Sarkozy», resume un antiguo integrante del partido del presidente, la Unión por un Movimiento Popular (UMP). «Por encima de todo, son un rechazo de su persona, de su omnipotente y arrogante gobierno».
La exministra de Planificación Fadela Amara se ha unido a la creciente lista de antiguos colaboradores políticos de Sarkozy que han anunciado su intención de votar a Hollande. Amara, una de las figuras del centro-izquierda reclutadas por Sarkozy para formar su primer gobierno tras su elección en 2007, se ha unido a la exministra de Medio Ambiente y militante ecologista Corinne Lepage en su decisión de apoyar a Hollande. Ambas acusan a Sarkozy de haberse escorado demasiado a la derecha.
Los sondeos han seguido también la carrera por el tercer puesto en la primera ronda entre Mélenchon y Le Pen. Todo parece indicar que la candidata del Frente Nacional se convertirá en la tercera más votada (entre el 14% y el 17%). Mélenchon conseguiría entre un 13% y un 15%. La fortaleza de estos candidatos es fruto del rechazo por parte de muchos franceses del «sistema» y de la bipolarización de la clase política.
La campaña marcó la frontera entre «los que han interiorizado las imposiciones de la mundialización y los que quieren volcar la mesa», en un sistema económico percibido como agotado, según el politólogo Brice Teinturier, quien considera que esto explica los altos porcentajes en las intenciones de voto de los candidatos de la extrema derecha y de la izquierda.
Muchos analistas centran su atención en el candidato centrista François Bayron, el quinto en discordia, quien podría tener la llave para decidir el resultado final de los comicios. Bayron tendría solo un 11% de intención de voto y parece claro que no pasará a la ronda final, pero es un porcentaje lo suficientemente elevado como para que Bayron decante la elección dependiendo del candidato que finalmente recomiende a sus votantes. Por ahora, mutismo absoluto. «Me niego categóricamente a que me arrastren a un debate a la segunda ronda. Significaría que acepto la bipolarización de la política francesa», declaró al «Le Figaro».
El desempeño de la candidata del Frente Nacional afectará al resultado de Nicolas Sarkozy, ya que una parte significativa de sus electores votaron por el presidente saliente en 2007.
Jean-Luc Mélenchon logró reunir el pasado jueves hasta 40.000 personas en el palacio de congresos de París en su último mitin antes de la primera vuelta electoral. Hoy podría superar a Le Pen.
Cinco candidatos se quedan el 7% del voto
Además de los cinco candidatos con más posibilidades, concurren a los comicios otros tantos que, según las encuestas, se repartirán hoy cerca del 7% de los votos. La ecologista Eva Joly llega a la cita con un 3% de intención de voto. La exmagistrada anticorrupción de 68 años defiende los colores de la ecología en una elección que nunca ha sido favorable a esta corriente. Originaria de Noruega, esta eurodiputada de gafas de color rojo y verde lucha para atraer votantes pero los sondeos solo le dan el 3%. El anticapitalista Philippe Poutou y la trotskista Nathalie Arthaud (1% para cada uno) son las otras caras de la izquierda. Todos estos votos, supuestamente, irán a parar a Hollande en la segunda vuelta. Los otros dos candidatos son el soberanista Nicolas Dupont-Aignan (2% de votos, según los sondeos) y el casi desconocido Jacques Cheminade (0,5%). La prensa francesa no consideraba ayer que pueda haber sorpresas, pese a que hay varias incógnitas por resolver. La primera y más importante es la tasa de abstención. La otra es el impacto que pueda tener la difusión de resultados por internet antes del cierre de las urnas. GARA